Alfonso Rueda, investido presidente de la Xunta

Santiago de Compostela

Alfonso Rueda vuelve a ser presidente de la Xunta de Galicia, al sacar adelante la sesión de investidura, con 40 votos a favor, 1 abstención y 34 en contra. El candidato del Partido Popular tomará posesión el sábado en un acto en Bonaval.

Poco antes de las 18:15, el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices, leía los resultados de la votación: 40 a favor, los del Partido Popular de Galicia; 25 en contra, los del Bloque Nacionalista Galego y del PSdeG; y una abstención, la del único representante de Democracia Ourensana en el Grupo Mixto. Así, Santalices dijo "proclamo a Alfonso Rueda presidente de la Xunta".

Todo esto después siete horas de debate en esta segunda jornada, en la que no faltaron algunas anécdotas, como el error en la votación del popular Rubén López, que dijo que "no" de entrada, o del momento protagonizado a primera hora por el diputado Armando Ojea (Democracia Ourensana) que propuso aplaudirse a sí mismo al terminar su intervención por la mañana.

Más allá de estas cuestiones, pocas sorpresas. La oposición le afeó a Rueda su falta de ambición y que no tenga un proyecto claro para Galicia, y que haga seguidismo de Génova.

La portavoz del Bloque y líder de la oposición, Ana Pontón, avanzó que presentarán su acción como la de "un gobierno alternativo", proponiendo soluciones ante cada problemática que surja en Galicia. Fue especialmente crítica en cuestiones que van a ser claves en los primeros compases de esta legislatura, como el proyecto de Altri en Palas de Rei, una "bomba ambiental" que preocupa a los nacionalistas, y también acusó al presidente de mentirle a os gallegos. Además, le tendió la mano para lograr un buen número de acuerdos de país.

También José Ramón Gómez Besteiro, que se estrenó como portavoz del Grupo Parlamentario del PSdeG, le tendió la mano a Rueda para cinco pactos. Mantuvo un tono constructivo y firme para exigirle a Rueda que deje la confrontación estéril con el Gobierno central. El líder socialista, después de ocho años inhabilitado, instó al popular apostar por la política limpia.

Críticas al Gobierno central y ofertas de pactos

Tras escuchar a los tres partidos de la oposición, Alfonso Rueda subió al estrado y volvió a aprovechar la tribuna del Parlamento para cargar con dureza contra el Gobierno central, tal y como había hecho el martes en su primera intervención en este debate de investidura. También insistió en buscar pactos con nacionalistas y socialistas en materia industrial y energética.

Así, cargó contra el Ejecutivo de Sánchez, al que acusó de "negar todo lo que les da a otros". "Ya me gustaría tener un Gobierno el que nos da un trato desigual, que ignora sus compromisos y no da respuesta cuando le preguntan", prosiguió.

Sobre el futuro de Altri, pidió valentía a los socialistas y garantizó que "bajo ningún concepto" la compañía lusa se instalará en Palas si no cumple con lo prometido. Rueda lamentó que el BNG haya cambiado de opinión y aseguró que "no hay nada diferente" en el proyecto que se va a desarrollar con respecto al que se presentó hace un par de años.

Uno de los anuncios de la tarde es que se va a impulsar una nueva Oficina Económica que dependerá directamente de Presidencia, con el objetico de "coordinar los proyectos estratégicos" y que "no se pierda una sola oportunidad".