Franco Cervi y Carles Pérez: los olvidados

Vigo

Cuando el Celta realizó un esfuerzo importante por conseguir convencer a la Roma para el traspaso de Carles Pérez, pocos podían llegar a pensar que, en marzo, solamente habría disputado 439 minutos en Liga con 0 goles y 0 asistencias de balance. Se pagaron al club italiano más de 6 millones de euros y una serie de cantidades en variables. Una cifra de traspaso y unas cantidades de ficha que ponían a Carles Pérez en la parte noble de los salarios de la plantilla. Su rendimiento está siendo deficitario y, en los últimos tiempos, su relación con el entrenador no pasa precisamente por su mejor momento. De hecho en los últimos 5 partidos no ha jugado minuto alguno y, en Pamplona, ni viajó y se quedó fuera de la convocatoria. Es decir, con Tadeo y sin Tadeo, el catalán no ha contado para Benítez ni para entrar un minuto, aunque sea para perder tiempo cuando el Celta iba ganando o empatando. Ni para eso.

El caso Carles Pérez tiene otra réplica que, sin tener tanto foco, va por el mismo camino: Franco Cervi. El argentino también sonó como posible salida en verano e incluso en enero hasta que la marcha eterna de Bamba a África le cerró las opciones de buscarse un equipo. Cervi costó en su día 5,5 millones más variables y se esperaba que este año pudiese dar un paso adelante dada su experiencia en el propio Celta. Nada más lejos de la realidad. Su estadística es de 433 minutos en Liga y sus números nos dejan otro rosco: 0 goles y 0 asistencias. Pocas oportunidades ha tenido para ser titular esta temporada y, en alguna, le ha tocado jugar de lateral izquierdo o de carrilero. Pero la realidad es que Cervi, después de una pequeña lesión que le hizo perderse los choques contra el Mallorca y Real Sociedad, lleva los mismos partidos en el dique seco que Carles: 5. No jugó ni un minuto contra Girona, ni en Pamplona, ni en Getafe, Barcelona y Cádiz.

De los 25 cambios que pudo realizar el entrenador en los cinco últimos partidos y, en ninguno de esas 25 sustituciones, estuvo el número de Cervi o el número de Carles Pérez. Dos jugadores llamados a ser importantes y que se han quedado como secundarios o casi como figurantes del banquillo celeste.