Iván Sáez de Ojer (Cuvialde): "la empresa te puede absorber, pero hay que ponerle límites"

Vitoria-Gasteiz

"Arabako Enpresak Irratian", es el espacio en el que a través de SEA Empresas Alavesas, -asociación que representa al empresariado alavés-, conocemos ejemplos de empresarios y empresas que trabajan en la provincia. Este mes nos visita Iván Sáez de Ojer, de Construcciones Cuvialde

La crisis recortó drásticamente los trabajos en la constructora para la que trabajaba, y junto a un compañero de trabajo, Patxi Villar, se embarcó en la aventura de fundar su propia empresa. Lo hicieron a través del semillero de empresas. Su empresa, que construye y reforma viviendas, oficinas o pabellones, tiene sede en la calle Florida, y cuenta con más de 40 profesionales.

Recuerda sus inicios como emprendedor, "fue más por obligación, por la situación en la que nos encontrábamos... en 2008 en la empresa en la que estábamos pudo mantener su actividad, hasta 2011... el sector prácticamente estaba paralizado y acabaron los últimos trabajos... nosotros nos íbamos quedando también sin ocupación, y no nos quedó otra que ir arrancando por nuestra cuenta... seguramente si no hubiera habido esa gran crisis, pues igual todavía estaríamos en la empresa para la que trabajábamos”.

Los principios fueron duros, “cuando uno pasa a liderar y a estar al frente de una empresa le tocan otras muchas facetas que tienes que ir aprendiendo, muchas veces a pasos forzados, y a medida que se van dando las situaciones, tienes que aprender. La primera vez es más complicado, luego ya, poco a poco, lo vas interiorizando. Las mayores dificultades que hemos tenido, como hoy en día, han sido conseguir personal cualificado y mano de obra para trabajar”.

Lo mejor, “que eres dueño de tu propio tiempo. La mayor satisfacción es conseguir desarrollar tu proyecto, llevarlo a cabo y ver a un cliente satisfecho. El que te agradezcan un trabajo bien hecho, te motiva mucho y es el objetivo para el que trabajamos “.

Tiene claro que hay que fomentar la conciliación , “los tiempos han cambiado y como empresarios debemos favorecer todas las medidas que podamos... queremos tener profesionales, pero tienen que tener vida más allá del trabajo... antes era impensable que en la obra se trabajara en un horario intensivo, hace unos años lo implantamos, y la gente agradece el tener luego también una tarde para sus cosas, para su familia, para su ocio... todo lo que sea en esa línea para que la gente pueda disfrutar de su tiempo, creo que es positivo”. También para los responsables, “han sido años de mucho esfuerzo personal y familiar... la empresa te puede absorber, pero hay que ponerle límites porque si no, puedes estar 24 horas ahí metido y el esfuerzo, la familia también lo agradece y es partícipe de todo lo que vamos haciendo”.

La pandemia representó un punto de inflexión para la para la construcción en Álava, “fue otro de los momentos complicados de nuestra trayectoria, fue un abismo en el que no sabíamos qué había al otro lado y qué iba a suponer para nosotros, para nuestras empresas ... poco a poco la actividad se fue llevando a cabo, y para nuestro sector de la construcción, y sobre todo el de la reforma de de viviendas fue un punto de inflexión, fue una oportunidad. La gente se dio cuenta de que podía pasar mucho tiempo en su casa, y cambiaba de vivienda a una de mejores condiciones. O la adecuaba para estar más a gusto, más confortable”.

Cuvialde tiene su oficina en el centro de la ciudad, en la calle Florida “empezamos nuestra actividad en el semillero de empresas de Ajebask… inicialmente nos vino muy bien arrancar con otras empresas que se encontraban en la misma situación que nosotros, y cuando ya íbamos consolidando nuestra actividad, decidimos poner una oficina en el centro.

A todos nuestros invitados e invitadas les pedimos un consejo para esa persona que está dudando entre abrir su propia empresa o trabajar por cuenta ajena, “pues sin ninguna duda, pese a los aspectos de esfuerzo y de responsabilidad que conlleva dirigir una empresa… yo la apoyaría totalmente. La sociedad necesita personas que desarrollen sus ideas y tiren para adelante… la sociedad necesita empresas que lideren… el orgullo que produce llevar a cabo tu proyecto. compensa todos los esfuerzos”.

Iván también intenta transmitir estos valores a sus hijos, “el mayor, con 14 años, ya empieza a hablar de las ideas de su futuro, del emprendimiento y llevar a llevar a cabo algún proyecto empresarial”.