Victoria ante el Atleti y permanencia virtualmente conseguida

Vitoria-Gasteiz

Mendizorroza ahondó en la depresión de unos rojiblancos que tienen cuerpo y mente lleno de piedras. El partido comenzó a trompicones, entradas por detrás y más tiempo de jugadores por los suelos que de juego. En los primeros cinco minutos, Guridi y Javi López ya tenían amarillas y el Atleti, con toda la temporada perdida ya, hizo un partido mediocre. Simeone vivía una primera vez como entrenador: enfrentarse a uno de sus hijos, Giuliano, el menor, titular por sorpresa en un Alavés sin sus extremos habituales pero con Gorosabel ejerciendo como tal. El Atleti, que sentaba a Witsel y no contaba con Morata, mostró en su área la contundencia que habitúa. Ninguna. La primera vez que el Alavés llegó al área de Oblak se fue con el gol.

Se estiró el portero para tratar de atajar esa pelota que volaba en rosca hacia su portería desde la bota de Benavidez. Había golpeado el uruguayo desde la frontal. Después de que Giuliano peleara un saque de puerta que deshizo a los hombres de su padre. Luis García había cogido la autopista que tantos otros para llegar fácil a sus pies: la espalda de Nahuel. Solo sabe hacer dos cosas: o dársela a Savic o perderla. Simeone era un incordio, el mejor del Atleti sin ser del Atleti, claro. Rápido, vivaz, guindilla, en todas partes. Gil Manzano decretó penalti por una mano de Azpilicueta, que peleaba con Kike en el área, pero el VAR corrigió lo que otras veces no: el balón le golpeaba en el brazo de manera involuntaria tras su despeje de cabeza.

El Alavés regresó compacto y sin sufrir, solo con oficio, intensidad y esfuerzo. El Atleti, enfrente, sin ninguna de las tres cosas anteriores, resultaba tan predecible que resultaba muy fácil desarmarle, como cuando se le quita a un hijo una pistola de agua. Pasaba tiempo que no fútbol. Zarpazos al aire de un Atleti incapaz. Su primera ocasión real llego en el minuto 77, solo tuvo que combinar, con un buen pase final de Nahuel hacia atrás que atrapó Lino. Sivera atrapó su disparo pero el Atleti se había apostado ya en su área tratando de arañar el empate al menos. Lo buscó el Cholo con el debut de Abde, con el torbellino de Correa. El choque terminó con Rioja de protagonista gracias a un golpeó de volea, por la salvación y el alma, con un centro de Carlos Vicente. Mendizorroza y Luis García celebraban, el Atleti, muerto y hundido. Y sin necesidad de que Samu Omorodion jugara un minuto.

Ficha técnica

ALAVÉS: Sivera; Gorsabel (Rioja, min.88), Tenaglia, Rafa Marín, Abqar, Javi López; Blanco, Benavídez; Guridi (Guevara, min.70), Giuliano (Carlos Vicente, min.79); y Kike García (Panichelli, min.79).

ATLÉTICO DE MADRID: Oblak; Molina (Hermoso, min.81), Savic (Abdellah, min.81), Giménez, Azpilicueta (Reinildo, min.57), Lino; Barrios (Riquelme, min.67), Koke, De Paul (Saúl, descanso); Correa y Griezmann

GOLES: 1 - 0, min.15, Benavídez; 2 - 0, min.92, Rioja.

ÁRBITRO: Gil Manzano (C.Extremeño). Amonestó a Guridi (min.2), López (min.6), Abqar (min.33), Benavídez (min.49) y Marín (min.69) por parte del Alavés. Y a Correa (min.45), Azpilicueta (min.50) y Savic (min.69) en el Atlético.

ESTADIO: Mendizorroza. 18.179 espectadores, unos 500 animando al Atlético de Madrid.