Iratxe Casado: "El comedor es un espacio más del centro educativo en el que debe haber aprendizajes y una visión pedagógica"

San Sebastián

La mala alimentación y la obesidad infantil son problemas que están encima de la mesa y requieren de la implicación de todos lo agentes posibles, ya sean las familias, los médicos y los centros educativos para trabajar en una solución. Una problemática que en "Hoy por Hoy Gipuzkoa" hemos querido abordar con Iratxe Casado, responsable de Askora, por medio del proyecto Elikation.

Esta iniciativa, desarrollada por Askora y respaldada por la Diputación Foral de Gipuzkoa, nace a partir de la percepción de que la alimentación en centros escolares va más allá del comedor y de la estructura escolar, llegado a repercutir en el ecosistema familiar. Incidiendo en los objetivos del proyecto, Casado defiende que el principal objetivo de Elikation está centrado en la investigación para mejorar el futuro de la alimentación de los niños.

"La alimentación ya no es lo que era antes y hay muchas miradas diferentes. Hablamos de desperdicio, de despilfarro, de modelo de consumo y todo eso va a ser vital para el futuro de las personas y del planeta, y desde ahí es donde surge este proyecto", explica Iratxe.

Asimismo, Casado sostiene que esta nueva percepción surge del cambio de enfoque que realizaron desde el modelo de comedor Mahi-Mahi, en el que se pasó de ver qué se come a centrarse en cómo se come. "El comedor es un espacio más del centro educativo en el que debe haber aprendizajes y tiene que haber una visión pedagógica ", justifica la responsable de Askora.

Ecosistema familiar

Desde Askora reconocen que son conscientes de la realidades que viven las familias, fruto del ritmo de vida que se experimenta hoy en día, que recurren a una alimentación menos saludable. "Está esa visión de separar que lo saludable lo comen en el comedor y en casa nos adaptamos a la circunstancias, da lugar a experiencias que pese a tener mucha voluntad, no todo el mundo puede revertir la situación", confiesa Iratxe.

Pese a esto, Conde afirma que el proyecto ha tenido una buena acogida y que actualmente cuenta con más de 500 familias y una treintena de centros participantes. Iratxe destaca también la alta participación que han registrado en las diferentes actividades para recopilar información, que van desde una encuesta para rellenar en familia hasta un 'micrófono abierto' para que los más pequeños detallen sus hábitos alimenticios.