Jorge Bermúdez, Fiscalía de Gipuzkoa: "Si antes había una demanda de depredadores, ahora hay una oferta equivalente"

Bilbao

En el último año, la cibercriminalidad ha crecido, fundamentalmente con un aumento de los delitos contra la libertad y la integridad sexual cometidos a través de internet, que se han disparado un 71%, según datos de la Consejería de Seguridad. En 2021, se esclareció solo el 2,24% de los ciberdelitos en nuestra comunidad. En A vivir que son dos días Euskadi, el portavoz de la Fiscalía de Gipuzkoa adscrito al servicio de criminalidad informática de la Fiscalía General del Estado, Jorge Bermúdez, ha explicado que "la tecnología está en constante evolución y la legislación avanza de forma más lenta. Además, otro gran problema: internet es una red que fue creada, diseñada y concebida para hacer irrelevantes las fronteras y los límites territoriales. Sin embargo, nuestras leyes y nuestra jurisdicción penal es estricta y dolorosamente territorial. Con esa ralentización, no competimos en igualdad de condiciones con el delincuente"

En su opinión, "si hace años se consumía y se difundían imágenes grabadas fuera de nuestro país, ahora se ha dado un cambio. Estamos en presencia de material creado a muy pocos kilómetros de donde estamos hablando. Y, lo peor de todo, muchas veces, ese contenido sexual que involucra a menores ha sido creado por ellos mismos". Asegura que "los menores tienen una idea de lo que es la privacidad y el exhibirse que parece ser que cuando media una pantalla de por medio se difumina. Esa misma exhibición corporal que hacen frente a un teléfono móvil o un ordenador es algo que no harían en la calle, pero no tienen la consciencia de que estén exponiéndose a un número de ojos exponencialmente superior que si lo hicieran en mitad de la playa de la Concha".

Bermúdez hace hincapié en el concepto del child grooming que consiste en "engañar a una menor por parte de un adulto que se hace pasar, a su vez, por otro menor para que, en un contexto, digamos, entre iguales, le haga llegar imágenes de contenido sexual". "Si antes había una demanda de depredadores que se disfrazaba para conseguir imágenes sexuales, ahora hay una oferta equivalente a la demanda", detalla.

La formación, la clave

Para Mikel Juaristi, director del Colegio Gurutzeta de Barakaldo, la clave está en la formación, tanto por parte del centro educativo, como de las familias. "Los niños y niñas imitan los comportamientos de las familias", ha dicho. De ahí que proliferen las imágenes de contenido sexual publicadas por los propios menores. En el Colegio Gurutzeta, imparten talleres sobre internet y las redes sociales. También cuentan con la colaboración de la Ertzaintza en la formación de los riesgos que un uso inadecuado de la tecnología acarrean. "Sin embargo, a la semana de haber dado el taller, ya están otra vez subiendo imágenes en ropa interior. No cala el mensaje", ha advertido.

Juaristi cree que hay que hacer hincapié en el peligro de compartir una imagen: "Una vez que se sube una fotografía, deja de ser tuyo y la puede ver cualquiera". En su centro, está prohibido encender el teléfono móvil dentro del aula, a no ser que el profesorado lo pida para alguna clase. Solo pueden utilizarlo en el recreo o fuera del centro. Preguntado por si respetan o no las normas, Juaristi reconoce que sí. La clave está, advierte, en hacerles partícipes del alcance del riesgo de un comportamiento nocivo.