Osakidetza ultima la puesta en marcha de la unidad de ingreso para trastornos alimentarios en Vitoria

Vitoria

Las hospitalizaciones y consultas por casos de trastornos en la conducta alimentaria se han duplicado a raíz de la pandemia que ha hecho saltar todas las alarmas. El pasado año se contabilizaron 44 ingresos en la unidad de agudos del Hospital de Santiago y se atendieron 160 primeras consultas por anorexia y bulimia en el Servicio de Psiquiatría de la OSI Araba.

"Los casos se han duplicado, hay más casos graves y con los recursos actuales nos hemos dado cuenta que no llegamos" admite Ana González Pinto, jefa de este Servicio, en el que se está ultimando la puesta en marcha de la nueva unidad especializada de ingresos. La previsión es que esté operativa antes de final de año.

"Va a haber una unidad de ingresos y sobre todo más personal. Estamos ilusionadas. Ya están mirando las obras y parece que está todo en marcha", celebra González Pinto.

Ocho camas y más personal

La unidad es una vieja reivindicación de las asociaciones de afectadas. Estará ubicada en el Hospital de Santiago y dispondrá de ocho camas para pacientes con trastornos alimentarios graves.

"Hay fluctuaciones y de vez en cuando hay cuadros de importante desnutrición y cuadros depresivos asociados que requieren de un ingreso y es bueno que exista una unidad especializada de vigilancia intensiva similar a una UCI" defiende González Pinto.

El 75% de las pacientes se recuperan con psicoterapia y tratamiento médico, nos explican. Muchas aprende a convivir con estos trastornos, pero una de cada cuatro no lo consiguen, recaen y se cronifican, y para estos casos esta especialemente pensada la nueva unidad.

Tres de cada cuatro son menores

La inmensa mayoría de las pacientes con trastornos en la conducta alimentaria son mujeres y tres de cada cuatro son menores de edad. "Hemos recibido casos de niñas de 11 y 12 años que atribuímos al uso de redes sociales, a que el contenido audiovisual llega antes a un cerebro más inmaduro y vulnerable que no tiene la identidad formada, están buscando modelos y con esa edad es más fácil que anide un trastorno en la conducta alimentaria que con 18 años" señala Ana García, médica psiquiátra de la OSI Araba.

Detrás de estos trastornos hay factores genénticos y hereditarios que se manifiestan en la personalidad, pero también existen otros ambientales, traumas infantiles y la "presión social terrible hacia la desgaldez" alerta García que destaca la importancia de la prevención, la detección temprana y los comedores terapéuticos que se van a reforzar "porque evitan hospitalizaciones".