El Consejo saca adelante la Asamblea de Accionistas pero no convence a los presentes
Mucho debate, cruces de sensibilidades y aplicación del rodillo accionarial. La mayoría de los minoritarios no dieron el visto bueno a las cuentas del club
Vitoria
La Asamblea General de Accionistas del Alavés se convocó a las 6 de la tarde. El capital social de la entidad es de más de 4 millones de euros. Acudieron 67 personas que representaban a 60.402 acciones (más de 3 millones) o, lo que es lo mismo, el 84% del capital social total. Lo que ocurre es que el Consejo de Administración tiene el 82 % y los demás asistentes, en el fondo, tienen muy poco que cuestionar. Sólo petición de explicaciones y alguna que otra pataleta.
En la mesa estaba el presidente Alfonso Fernández de Trocóniz. A lado suyo, el Director Financiero Guillermo Oraá y su predecesor en las cuentas, Manu Mendi. En el otro lado, el Director Institucional Jesús Vázquez y el notario. Abajo, en las primeras filas, consejeros del club y del Baskonia: Santiago Martínez de Arenaza, Haritz Querejeta, Luis Querejeta, Roberto Larrañaga, Alfredo Martínez y Xabier Ruiz Aracama. El máximo mandatario, Josean Querejeta, no suele acudir a estas citas.
Primero se ofreció un informe de la situación del club y de las acciones en marcha. Se habló de los actos del Centenario que termina en una semana y media, también de los efectos del COVID, del control de la liga y del límite salarial. Se abordó el tema de los fondos CVC, de la evolución económica y financiera (se disponen de 2,8 millones para reforzarse en enero) y de los proyectos en curso: la ampliación de la ciudad deportiva de Ibaia a ocho campos, un pequeño estadio y 109.000 metros cuadrados. También de la inversión en el club Istra de Croacia del que el Alavés tiene, a través de una sociedad, el 85 % de los títulos. Por último, de Innovaraba cuyo principal motor es la creación de una nueva universidad privada.
Trascendió que el patrimonio del club asciende a más de 11 millones de euros. Asimismo, se comentó la existencia de un crédito fiscal, algo habitual en compañías que tienen una gran dimensión como es el caso de ésta. Llegó el momento de votar las cuentas de la temporada pasada (pérdidas de 2 millones de euros), la propuesta de presupuesto para la presente (72 millones), los cambios en el Consejo, variaciones en los estatutos, delegación a los directivos para aplicar los acuerdos de la Junta y el tradicional turno de ruegos y preguntas.
La sociedad que sustentaba las acciones del Grupo Baskonia ha cambiado de nombre y había que actualizar esa circunstancia. Cuando llegaron los ruegos y preguntas volvieron a salir temas recurrentes como la incomodidad en el estadio de Mendizorroza, su posible ampliación, la pérdida de socios e incluso una propuesta para que el club de fútbol recobre su autonomía al margen del baloncesto debido a su viabilidad económica. El Consejo respondió como pudo a algunos temas espinosos pero, a la hora de votar, barrió como era previsible.
Todo se aprobó con más del 99 % del capital social representado en la sala (99´26). Siendo titulares del 85 % de los títulos de forma absoluta no se les puede toser. Pero el ejercicio de debate resulta edificante porque demuestra que el club está vivo. Hoy martes tendrá lugar la Asamblea General Ordinaria del Baskonia. Aquel accionista que no llegue a los 25 títulos no podrá acudir a la misma. Hubo un rumor a principios de mes de que ese criterio se quería llevar al club de fútbol pero no ha habido novedades oficiales al respecto. Aquel accionista que tenga un mínimo de dos títulos podrá seguir acudiendo a estas citas. Otra cosa es que se establezca un sistema para poder participar de forma telemática y ese tipo de cosas. Es algo que también se aprobó en un punto del orden del día. Al final, eran ocho.
La gente cumplió con todos los protocolos de lucha contra el coronavirus con mascarillas, distancias respetadas, votos con un mando a distancia y otros detalles. Los accionistas fueron obsequiados con una bolsa que contenía los informes de la Junta, una baraja de cartas y una botella de vino de Rioja Alavesa. La cita duró casi cuatro horas como viene siendo habitual en los últimos años porque el renacentista Palacio de Villa Suso es de propiedad municipal y hay que desalojarlo antes de la 10 de la noche.
Javier Lekuona
Licenciado en Ciencias de la Información por la Complutense de Madrid. En radio, ha trabajado en Radio...