La banca no siempre gana
La Ley de Segunda Oportunidad sigue siendo una gran desconocida cinco años después de su aprobación. Una salida para quienes pagaban sus créditos sin problemas hasta que se quedaron en paro
Los expertos auguran que las consecuencias económicas de la pandemia llevará a miles de familias a recurrir a la Ley de Segunda Oportunidad para que piden mayor agilidad en su tramitación
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Un hombre paseando. / GettyImages (GettyImages)
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Madrid
José tiene 47 años, trabajaba como comercial en una multinacional hasta que llegó un ajuste de plantilla. Lo que cobraba de paro no daba para afrontar tres préstamos personales y las tarjetas de crédito que antes podía pagar con holgura. Con tres hijos y una deuda que rondaba los 70.000 euros, tuvo que elegir entre pagar el alquiler y poder comer, o hacer frente a las letras que seguían llegando.
La Ley de Segunda Oportunidad aprobada hace cinco años le ha dado una "nueva vida financiera". Cumple con los requisitos, no tiene propiedades y tuvo que vender lo último que le quedaba, el coche. No había cometido ningún delito financiero y su deuda no superaba ni de lejos, el límite de los cinco millones de euros. Pagaba puntualmente hasta que se ha quedado en paro. Un juez ha determinado que es un "deudor de buena fe" y ha cancelado su deuda.
A pesar de que sigue siendo una gran desconocida la estadística ya apunta a que la crisis sanitaria de la COVID va a llevar a muchos a hacer uso de ella. Solo en la Comunidad de Madrid el número de personas que han pedido ser declaradas insolventes, que buscan dejar atrás las deudas, los créditos que no pueden afrontar, se ha incrementado en un 91% en el último trimestre.
Según el Consejo General del Poder Judicial entre los meses de julio, agosto y septiembre, 274 personas en Madrid pidieron acogerse a ella y condonar las deudas que no pueden pagar. Los expertos advierten que serán muchos más los que como José, abran esta puerta para poder salir de los estragos económicos que está dejando la pandemia.
Lo peor reconoce José, es que un administrador concursal, como ocurre con las empresas que se declaran en concurso de acreedores, decide por él. "Tienes que pedir permiso a una persona que no te conoce si puedes comprar unas zapatos que necesitas, o llevar una tarde a tus hijos a merendar al McDonald's.
Patricia Suárez presidenta de ASUFIN (Asociación de Usuarios Financieros) cree que este mecanismos debería ser más ágil, y advierte que en unos meses, cuando terminen los ERTE y las moratorias que están aplicando las entidades financieras, el problema va a ser mucho mayor si no consiguen recuperar los ingresos que tenían. "Los españoles somos muy buenos pagadores y hay gente que prefiere no comer antes que dejar de pagar la casa" pero llega un momento en el que "se ven desbordados por la situación"
Esta segunda oportunidad "rompe la idea de que quien ha caído en la ruina , tiene que morir en la ruina" explica el abogado Carlos Fidalgo porque hasta ahora la ley española exigía al deudor el pago de todos sus deudas, con sus bienes presentes o futuros, una herencia del Código de Napoleón"
Un mecanismo "eficaz y al alza", según Martí Batllori, experto en derecho de insolvencia porque fomenta los acuerdos con los acreedores o la cancelación total de las deudas . Una puerta augura, a la que llamarán miles de familias en los próximos meses