El Tenerife coge carrerilla
El conjunto blanquiazul ofrece su mejor versión, golea al Mirandés y abrocha virtualmente la salvación
Lluís López, única novedad en el once blanquiazul. / LaLiga
Santa Cruz de Tenerife
El Tenerife disfrutó de la jornada más plácida desde el parón y empezó a parecerse felizmente al de antes de la pandemia. Media hora sobresaliente debió bastar ante el emergente Mirandés, pero el cuadro rojillo dio guerra tras el descanso y obligó a los blanquiazules a emplearse a fondo para sumar con justicia los tres puntos. Ya con 46 en el casillero, los insulares casi abrochan virtualmente la permanencia.
Baraja fue con todo y dispuso de su once tipo, eso sí, con solo una permuta. Como ya ocurrió una semana antes en el partido en casa contra el Málaga, dio descanso a Alberto y apostó nuevamente por Lluís López, que ya había cumplido con creces en su debut.
El Tenerife no tardó en hacerse con el gobierno de la situación, del balón y las ocasiones. Abrió la lata un inspiradísimo Aitor Sanz, que firmó un zurdazo prodigioso para poner a los suyos por delante. Poco pudo hacer el arquero rojillo más que mirar y aplaudir. Fue un golazo (1-0, 7').
El recital blanquiazul tuvo continuación con otro gol que sentenció la victoria local antes del primer cuarto de hora. Un clamoroso derribo en el área visitante llevó a los once metros a Milla, que no perdonó. Su disparo se fue a la derecha del cancerbero visitante, hizo escala en la madera y finalmente se alojó dentro. Habían transcurrido apenas 14 minutos y el partido ya parecía desnivelado definitivamente. No obstante, aún iba a dar guerra el Mirandés, que no arrojaba la toalla.
Después de la pausa de hidratación de la media hora ya empezó a verse a los de Anduva frecuentar los dominios de Ortolá, que no se ensució los guantes hasta después del descanso. Fue en la desgraciada acción del 2-1, obra de Marco André, que a continuación incluso tendría la posibilidad de equilibrar el marcador con un balón que se fue a la madera.
El Tenerife reaccionó y el tercer gol (de Dani Gómez) redujo a cero las opciones rojillas. En la prolongación, además, anotó Milla y firmó su particular doblete. Fue una lástima que no hubiese público para aplaudir la versión imperial de los blanquiazules, que se confirman como el segundo mejor equipo de la segunda vuelta. El tiempo dirá si hay margen para levitar, pero la salvación ya está casi en el bolsillo.
