Vence pero no convence (2-1)
El Tenerife doblegó al Rayo Majadahonda y suma de a tres un mes después. Naranjo y Suso de penalti firmaron la victoria
Los blanquiazules celebran el tanto de Naranjo que abrió el marcador / LaLiga
Santa Cruz de Tenerife
El CD Tenerife comenzaba su encuentro inmerso en los puestos de descenso. La victoria a primera hora de la tarde del Extremadura ante el aspirante Málaga, propiciaba que los blanquiazules se encontraran a dos puntos de la permanencia al iniciar su partido con los madrileños. De entrada el técnico local, Jose Luis Oltra, alternaba muchas novedades con respecto a Pamplona. Jorge Saenz y Alberto recuperaban su sitio en el centro de la zaga, con el hondureño Bryan Acosta como tercer integrante del centro del campo. El capitán Suso volvia a 'su' banda con Malbasic como referente ofensivo ante la ausencia por segundo partido consecutivo de Nano.
Enfrente un rival que utilizaba el sistema que tan bien le está yendo en este curso liguero. Tres centrales con dos carrileros que tan bien memorizado tienen los jugadores de Iriondo. Muchos años con esos automatismos que todo futbolista ansía.
El partido no podía empezar mejor para los locales. Malbasic con balón en la frontal del área realiza un cambio de ritmo a su par ganando linea de fondo y poniendo un balón al primer palo que Naranjo ataca el espacio para poner el 1-0 a los dos minutos de partido. El gol calmaba los ánimos iniciales. El del equipo y sobre todo el del discutido por el aficionado, Naranjo.
El inicio también deparó la lesión del central visitante Rafa que dejaba el terreno de juego a los diez minutos de partido. A raíz del gol, la posesión de balón era para los foráneos que intentaban resarcirse del golpe inicial. El CD Tenerife entró en una fase de desconcierto sin saber si ir a por el segundo tanto y aprovechar el espacio que dejaba el rival o ver como eran dominados por el Rayo. Incluso vió como en apenas dos minutos, Luis Milla y Naranjo veían tarjeta amarilla antes de la primera media hora. La primera parte transcurría sin apenas ver intervenir a los porteros Dani y Basilio. Eran escasas las oportunidades de ambos equipos con muchas imprecisiones en el centro del campo que no veía un dominador de la posesión. Incluso antes del descanso, Iriondo se veía obligado a realizar su segunda sustitución por lesión, saliendo del campo Enzo Zidane entrando el argention Varela.
A los 37' llegó la ocasión más clara de los locales. Malbasic, tras recibir una asistencia fantástica de Alberto, enviaba el balón pegado al palo derecho del portero Basilio. El delantero serbio completaba sobre el terreno de juego buenos minutos, demostrando encontrarse en un buen momento de forma.
Pocos minutos antes del descanso el equipo visitante demostraba estar en el partido, sobre todo en el área local. El grancanario Benito enviaba al larguero un disparo al borde del área pequeña que podía haber sido el empate en el marcador.
La segunda parte comenzaba con un Tenerife que pretendía ser dominador. La intención inicial era la de hacer el segundo gol para vivir de manera más tranquila la segunda parte. Por lo menos lo intento en esos instantes iniciales provocando varios córners que doblaban en esta estadística al rival. Así hasta el minuto 60' cuando Morilla realizaba penalti por tocar de manera clara con la mano dentro de su área. El capitán Suso era el encargado de poner el 2-0 en el marcador. El resto del partido ya se vivía de manera más tranquila en el equipo de Oltra. Dejando pasar los minutos y que no sucediera nada. Pero de la intención a la realidad iba un mundo. El centro del campo de ambos equipos se diluía y las ocasiones en una y otra área eran constantes. Benito por un lado, y el recién incorporado Joao (sustituyendo a Suso) contaban con ocasiones antes que llegara el gol de Tony Martínez. El incorporado en el campo como tercer cambio, le ganaba en velocidad a Alberto y batía a Dani para recortar diferencias.
El último cuarto de hora volvía a ser de nervios para la parroquia local. Carlos Ruiz entraba en el terreno de juego por el hondureño Bryan Acosta los últimos quince minutos y el técnico local ordenaba defensa de 5 integrantes el último tramo del partido. La intención era clara, amarrar. Amarrar un resultado que tenía que dejar los tres puntos en la isla. El Tenerife necesitaba como oxígeno en su cuerpo el triunfo. Y este llegó, con sufrimiento, pero llegó. Era necesario ganar y se ganó. Ojalá que sirva para preparar la semana de la visita del sábado a Gijón sin sobresaltos. Por cierto, el partido ante los madrileños dejó la segunda mejor entrada de la temporada, 11.775 aficionados.
