Javier Ajenjo: “Seguramente ha sido el festival más emocional y emocionante que hemos vivido en estos 27 años”
El director de Sonorama Ribera considera un acierto las novedades estructurales del festival y apuesta por sentarse a hablar con los colectivos que piden cambios para seguir mejorando de cara al año que viene
El vocalista del grupo Pignoise, Álvaro Benito, durante uno de los conciertos de la Plaza del Trigo EFE/Paco Santamaría / Paco Santamaría (EFE)
Aranda de Duero
La organización de Sonorama Ribera hace un balance muy satisfactorio de esta XXVII edición, del festival “más emocional y emocionante” de toda su trayectoria. Así lo califica Javier Ajenjo, que considera que todos los cambios e innovaciones que se han hecho han sido satisfactorios y han sumado ventajas en un evento, que todavía sigue teniendo margen de mejora.
El director de Sonorama Ribera considera que lo más importante de todo está en el comportamiento del público y en los valores que transmite el festival. “Creo que empezamos a tener el festival que soñamos tener, las mejores han sido notables y estamos muy contentos de cómo ha respondido a la gente a todos los niveles y hemos tenido un festival increíble a nivel humano,, de comportamiento, de valores, un festival único donde conviven niños y mayores, donde se sigue teniendo amor por la música y creo que ha sido lo más importante de todo esto, porque lo demás son datos”, comienza diciendo.
La arandina Carla Araúzo, vocalista de Crispy Bats, estrenó el escenario de la Plaza de la Sal / Vicente Herrero
En lo que se refiere a los cambios, considera un acierto la reducción del aforo de un 10% para seguir avanzando hacia un festival mejor. También cree que ha resultado muy positivo crear una zona gastronómica específica separada del recinto de los conciertos y los cambios realizados en el área de acampada. En cuestión de infraestructuras, era necesario contar con unos baños fijos que podrán utilizarse en todo tipo de eventos, haciendo de la parcela del Picón un lugar equipado para ello. “Esos baños que hemos conseguido tener y que han funcionado de una manera increíble van a ser parte de algo fundamental para todos los arandinos, como es tener un parque donde podamos realizar todas las , un espacio para las fiestas y para todos aquellos que lo necesiten”, destaca.
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Y volviendo a la parte emocional, Ajenjo considera un acierto el homenaje que se le rindió el sábado a Supersubmarina, destapando en el escenario un banco en su honor, que se instalará en la plaza del Trigo como un tótem simbólico del festival. “Hemos tenido momentos increíbles, no solo de los escenarios principales, sino en la plaza del Trigo, con la presencia de Supersubmarina y ese banco eterno que va a quedar en nuestra plaza y que se va a convertir en un lugar de peregrinación”, añade.
La cantante y compositora Rozalén (i) durante el concierto del sábado EFE/Paco Santamaría / Paco Santamaría
Uno de los aspectos que más valora el director de Sonorama Ribera es su empeño en apostar por las bandas emergentes, que se han sumado estos días en más de un centenar, repartidas en los diferentes escenarios. “Creo que hemos hecho todo lo posible por volver a tener ciento veinte bandas emergentes que han tenido su oportunidad y que nos han transmitido su agradecimiento y sobre todo su emoción por estar presentes en un festival tan pequeño y tan grande a la vez como el que tenemos”, subraya el director del festival.
Veintiuno cumplió su sueño y el deseo de sus fans de actuar en el escenario principal / Vicente Herrero
Y ahora queda un año por delante para preparar la vigésimo octava edición y seguir pensando en mejoras. Ajenjo valora muy positivamente la respuesta de la gente y entiende también las críticas. En este sentido, asegura que la organización está dispuesta a seguir escuchando sugerencias y a sentarse con diferentes colectivos, especialmente el comercio, para solucionar los problemas que se genera con un evento de estas dimensiones. “Creo que Aranda ha respondido como nunca; seguimos mejorando la limpieza, seguimos escuchando a la gente, queriendo que nos corrijan, que nos digan cómo podemos ser mejores, seguiremos teniendo reuniones con el comercio, con la hostelería, con todos aquellos que quieran que les escuchemos, porque estamos para eso: para trabajar y para hacer un festival mejor”, asegura Ajenjo, que concluye su balance diciendo que “el espíritu de Art de Troya nos hace crecer”.
