Sociedad

Pablo Pastor, despedida y vuelta al ruedo

Durante décadas realizó en Radio Segovia el programa El Planeta de los Toros

Pablo Pastor en los antiguos estudios de Radio Segovia

Pablo Pastor en los antiguos estudios de Radio Segovia / Juan Martín Misis

Cuando era un niño, los domingos se comía en la sala de estar, en vez de en la cocina. En la radio, de fondo, sonaba un pasodoble y una inconfundible presentación: “El planeta de los Toros…… es la emisión taurina de Radio Segovia Cadena SER…..” y desde ese momento, la voz inconfundible de Pablo Pastor comenzaba a desgranar la actualidad del mundo del toro en Segovia. Mucho mérito tenía Pablo Pastor, el contar con un espacio de información taurina en una ciudad que solo tenía toros el día de San Pedro; y en primavera, cuando se celebraba el Festival de Apadefim. El festival en el que las figuras nacionales acudían a Segovia de la mano Pablo Pastor, que junto con Andrés Hernando organizaban y se volcaban para ayudar a “los niños del doble amor” como los denominaba él. Luego estaba en septiembre la becerrada de los camareros.

Ahora que están de moda los generadores de contenido, Pastor fue un adelantado a su tiempo, porque se inventaba lo que fuera para que no se dejara de hablar de toros en Segovia. Impulsó la tertulia taurina, que comenzó en el Hotel Victoria, y que se prolongó después en el tiempo en el Mesón de Patricia, junto a Radio Segovia. Era su sitio natural, en un local rodeado de fotos de toreros, ganaderos y empresarios que regentaba Pascual y acogía a los taurinos de Segovia frente a un generoso cocido, siempre con un invitado de excepción, y por su mesa pasaron todos los grandes del panorama torero nacional e internacional.

Pablo Pastor junto a compañeros de los departamentos de publicidad de los medios de comunicación segovianos

Pablo Pastor junto a compañeros de los departamentos de publicidad de los medios de comunicación segovianos

Luego estaban las jornadas de la Peña El Espontaneo, la multitud de premios y charlas taurinas por la provincia, en las que siempre adquiría un papel protagonista. Bien como presentador, organizador, premiado y algunas veces todo a la vez.

El mundo del toro le conocía y reconocía. Tuve la oportunidad de acompañarle a Madrid a Las Ventas varias veces, y era un espectáculo asistir a esos saludos taurinos, con palmadas fuertes en la espalda al grito de ¡¡¡Maaessstroooo!!! a cada conocido que se encontraba. Era como estar dentro de la serie “Juncal”, que tanto éxito tuvo en la TVE de la década de los ochenta del pasado siglo.

Otra de las facetas habituales de Pablo Pastor era su continuo apoyo a todos los toreros jóvenes de la provincia. Les mimaba con entrevistas, con visitas a tentaderos y más de una vez he presenciado como llamaba a tal empresario para que en sus carteles estuviera alguno de sus chavales.

En su trabajo como cronista taurino le llevo a intervenir de madrugada en el programa de la CADENA SER “Los Toros” con Manolo Molés. Pero su firma además de en las páginas de El Adelantado, también estaban en las crónicas que enviaba para toda España por EFE y la agencia Mencheta, de las que era corresponsal en Segovia. Y eso, en los años sesenta y setenta del pasado siglo, suponía mucho prestigio, pues el mundo taurino entonces tenía un vigor importante, por delante del deporte.

Su rostro se hizo habitual también en la tele local, primero en la Telesegovia que montó la familia Misis, y después en su sucesora, La 8 Segovia Televisión. De nuevo tratando que la información taurina no faltase en ningún ámbito informativo de los medios locales.

Donde realmente traté a Pablo Pastor, fue en su papel de “agente de publicidad”, labor que desarrollaba fundamentalmente en El Adelantado durante muchos años. Dominaba la escena de las empresas segovianas como nadie y se conocía a todo el mundo, lo que le facilitaba generar buenos ingresos para la cabecera decana de Segovia. Cuando llegué al equipo de publicidad, corría la leyenda de que gracias a las gestiones de Pablo Pastor, el periódico salvó no pocos escollos económicos. Cuando había problemas de tesorería, Pablo se inventaba un suplemento, e inyectaba los ingresos necesarios para tirar un tiempo. Él gestionaba todo, los anuncios, los textos y no faltaba la colaboración de su amigo Lope Tablada que le obsequiaba con una portada, o un chiste de Antonio Madrigal.

Pablo Pastor con Manuel Díaz El Cordobés. Fotografía : Juan Martín Misis

Pablo Pastor con Manuel Díaz El Cordobés. Fotografía : Juan Martín Misis

Otras de sus pasiones eran el fútbol y el boxeo. Muy atlético, y anti madridista acérrimo. Contaba que su carrera en los medios comenzó hablando en la megafonía en el campo de El Peñascal en los partidos de la Gimnástica Segoviana cuando era muy joven. Entonces por la megafonía se daban los resultados de los partidos de primera y segunda división, además de los pertinentes consejos publicitarios y las alineaciones del partido en juego.

Eran tiempos de posguerra, y Pablo Pastor tenia grabado a fuego esa época de escasez y miserias, propia de una persona nacida en 1932 en una familia corriente. Quizás por eso disfrutaba tanto de la buena mesa, y si había que repetir, se repetía. Parecía que se quería vengar de todo el hambre que había pasado en su niñez y juventud. Me sorprendían sus historias de cuando fue boxeador, y me contaba su combate en Salamanca, que le pagaron 15 pesetas, billete de tren y bocadillo de sardinas.

Su afición pugilística le hizo convivir durante un tiempo con boxeadores en su retiro preparatorio en Los Ángeles de San Rafael. Contaba sus andanzas con Perico Fernández en su competición por el campeonato del mundo de pesos supe ligeros WBC en disputa con el tailandés Muangsurin, que tuvo en Segovia uno de sus escenarios en 1975, en el Pabellón de los Maristas.

Pablo Pastor junto a Leandro de Borbón . Fotografía Juan Martín Misis

Pablo Pastor junto a Leandro de Borbón . Fotografía Juan Martín Misis

Con la muerte de Pablo Pastor, se va uno de los últimos testigos de una época de periodismo local. De un tiempo, afortunadamente lejano, en el que la supervivencia y la picaresca eran signo de una época llena de dificultades y estrecheces. Ha sido en un día de San Pedro, la fecha taurina por excelencia en Segovia. Su presencia se echará en falta a partir de ahora en el callejón del Bicentenario coso taurino de la carretera de La Granja, como decía él.

Pablo Pastor con el micrófono de Radio Segovia

Pablo Pastor con el micrófono de Radio Segovia

 
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