Los señalados del colapso goleador

Se las prometía muy felices el culturalismo al término de la primera vuelta viendo al equipo en su esplendor, arrasando en el Reino y mirando a los ojos a los grandes en uno de los apartados definitivos: el gol. A pesar de carecer de especialistas, a la Cultural le sobraban goleadores, superando, por ejemplo, al mismo Deportivo. A balón parado, en jugada o transición; desde la defensa o con la llegada de los jugadores de segunda línea. La Cultural no echaba de menos a sus dos delanteros. Claudio y Obolskii han estado fuera del foco (2 y 3 goles, respectivamente), pero los resultados disfrazaban la realidad. Entre Trigueros y Amelibia, defensas, han marcado un gol menos que los "9". Otros, como Alarcón (4 tantos en 12 partidos cuando su tope estaba en 7 ) y Blesa (3 con un máximo de 2), rompían sus propios registros. Y Percan destrozaba las previsiones estrenando en Riazor una racha extraordinaria que le convertía en la referencia. Ha terminado siendo el faro de un equipo al que se le han apagado las luces ante el marco rival.

Después de un mes, la Cultural es uno de los peores equipos de la segunda vuelta. A pesar de haber visitado tres de los estadios más asequibles y de que el juego de los de Docampo dio para mucho más, aún no ha ganado. Su sequía actual (más de 3 partidos, unos 320 minutos sin marcar) no se conocía desde hace tres años y no será por ataques y remates (15 en Pontevedra). Perdonó el empate en Ceuta, se estrelló con los postes en Fuenlabrada, Obolskii debió resolver ante el Racing de Ferrol y en Pasarón el acoso no tuvo derribo.

La falta de talento y de calidad en el remate vuelven a alejar a la Cultural del quinto puesto y pone la lupa en el rendimiento de algunos jugadores. Dos están en el centro de la crítica. Claudio y Obolskii son los delanteros que menos goles marcaron en este punto de la temporada en décadas y no parece haber una solución. Al menos no la contempla Docampo, cuya única petición en el mercado de enero no fue atendida. Tiene la opción de Percan como muchos le piden, dentro y fuera del club. La aparición de Kawaya abre un nuevo escenario al contar el técnico con un jugador de primer nivel por los costados, pero ¿es el belga la solución para desatascar a la Cultural?

El gol no es la principal cualidad de Kawaya, que desde que llegó a España promedia un tanto cada siete partidos. Hizo cinco en la liga 19/20, su mejor año. Desde entonces, en una trayectoria condicionada por las lesiones, 3 goles en 33 encuentros. Aún así deberá aportar su granito de arena en una segunda línea que está perdiendo fuelle. Alarcón no ve puerta desde noviembre y Solís, un centrocampista con cierta relación con el gol, solo marcó uno desde la tercera jornada. A otros apenas se les espera. Es el caso de Querol, que solo marcó en la segunda jornada. Y para más inri Íñigo Muñoz ya marca para el Numancia. La Cultural tiene un problema ¿que se veía venir?

De la próxima jornada no puede pasar. La Cultural concentra sus energías en salir del bache, de remate, que no de juego, ante el Algeciras (domingo, 12:00 horas), otro rival en crisis, algo que se repite en el calendario del cuadro leonés. Los de Iván Ania, otro entrenador en el alambre, suman siete jornadas sin ganar y, además, viajarán a León sin Álvaro Romero, su estrella. Oportunidad de oro para que la Cultural se reencuentre con el triunfo para mirar con ilusión su visita al Córdoba, que acumula cuatro derrotas consecutivas en El Arcángel.