La infamia

León

Una sentencia del TSJ obliga a la Junta a dar los datos de muertos en las residencias de mayores a varios medios que los solicitaron en tiempo y forma. Pudiera parecer una cuestión menor pero no lo es. En esta nuestra comunidad se contaban a 31 de octubre del 2021 más de 5000 ancianos fallecidos a causa del virus en esos centros . El doble que en Andalucía y el triple que en la Comunidad Valenciana. Algo realmente sorprendente si comparamos las magnitudes y la demografía de esos tres territorios.

Cuando uno lee estas nuevas un cúmulo de sentimientos se agolpan entre la boca del estómago y el parietal. En primer lugar, vergüenza porque haya que recurrir a los tribunales para que la Administración dé esos datos y sonrojo al escuchar que la Yunta se negaba a proporcionarlos alegando que su difusión podía perjudicar los intereses económicos y comerciales de las empresas afectadas. Chúpate esa transparencia y ese derecho a la información, moreno.

En segundo lugar, asco por la existencia de instrucciones que condenaban a nuestros mayores a morir como perros en las residencias, sin permitirles el acceso a hospitales.

Y, finalmente, perplejidad porque dos años y medio después apenas se han producido cambios en el modelo de gestión de estas residencias, mayoritariamente privadas, y, sobre todo, porque esta ignominia se haya perdido en la niebla de la desmemoria , sin que hayan tenido ningún coste electoral ni penal para los miserables que los ordenaron.