Novísimo

Albacete

Recién estrenados sus primorosos 30 años, 1970 en Madrid, novísimo y eterno moderno, comiéndose con la mirada y la estilográfica todo lo que se movía en aquellos castizos cafés de media tarde, en algún cine de glorietas y rotondas y ya en casa de algún otro novísimo o gloria por llegar...(Juan Benet, Javier Marías, Juan García Hortelano y su prima Mary Tribune...) Antonio Martínez Sarrión ha recibido hace unos días la expiación obligada que le debía esta ciudad, su ciudad, aquella que dibujó como nadie lo ha hecho hasta ahora, nadie insisto, en aquel diccionario de cabecera para muchos que constituyó su libro Infancia y Corrupciones: Albacete con la cara al sol, Albacete amaneciendo en la posguerra, Albacete con la pesada carga de aquella capital de provincias ocupada por las Brigadas Internacionales, por tanto, marcada inexorablemente para el olvido. Luego llegarían dos autobiografías más: Una Juventud y Jazz y días de lluvia para perfilar definitivamente al novísimo y todas sus tendencias artísticas y circunstancias personales.

El título de Novísimo le llegó por ser parte de aquel diccionario de las nuevas letras escrito por Jose María Castellet en 1970: Nueve novísimos poetas españoles que pasó a la historia de la poesía nacional como la España que se desperezaba del sofoco bélico del 36: Manuel Vázquez Montalbán, José María Álvarez, Félix de Azúa, Pere Gimferrer, Vicente Molina Foix, Guillermo Carnero, Ana María Moix, Leopoldo María Panero y... Antonio Martínez Sarrión... "Hay que desconfiar de las autopsias como de los políticos" llegó a comentar alguna vez el propio poeta y escritor albaceteño, siempre aferrado a un discurso propio e independiente bañado de una personalidad intensa, devoradora a la par que destructora de tópicos. Como se dijo en este acertado congreso recién celebrado en Albacete, Facultad de Educación, desde el pasado 22 de marzo hasta el viernes 24: Su cultura surrealista fue muy superior... Una frase pronunciada aquí por, precisamente, un novísimo vivo como Guillermo Carnero. Vicente Molina Foix (otro novísimo en vida) también resaltó el viernes su infame turba de cinéfilo o Juan Cruz, otro presente que afirmaba que Sarrión fue siempre inteligente y un radical empedernido. El Congreso se completaba con presencias formidables como la de Jaime Siles: Martínez Sarrión a veces utilizó la poesía para reirse por dentro; Cronista del despropósito Sarrión: Analista de la quimera; Transgresor y creativo; el cine y la música fueron su educación sentimental...trató a la cultural popular con exquisitez acompañada de una afirmación categórica sorprendente: la poesía es la más dilapidadora de las artes. Con un prologo absolutamente impecable y erudito del también albaceteño Juan Carlos Gea, y probablemente sucesor en el tiempo del propio Martínez Sarrión, la terna de participantes en este merecido homenaje al escritor completó las presencias comentadas con José Rivero, Jenaro Talens, Prieto de Paula y los albaceteños Javier Lorenzo y Juan Bravo.

La familia de Antonio Martínez Sarrión y la organización del Congreso dirigida por el profesor universitario y poeta Valentín Carcelén con la colaboración especial de otro albaceteño íntimamente ligado a Martínez Sarrión, Andrés Gómez Flores, completaron el teatro de operaciones ligado a un hombre que ya es historia de la palabra en Albacete: Único e inolvidable en nuestras letras: Antonio Martínez Sarrión.