La Copa del Rey aterrizaba en Tenerife justo coincidiendo con el estreno de Álvaro Cervera en su segunda etapa como técnico del CD Tenerife en un inicio de año en el que, posiblemente, lo menos importante era la eliminatoria de dieciseisavos de final ante el CA Osasuna, rival de Primera, aunque para los locales, la ocupación estaba este sábado en la Copa, pero la preocupación recaía en el campeonato de Liga. En su primer once, Cervera apostó por David Rodríguez, León, Sergio y Medrano, con Bodiger y Aarón como pivotes. Mientras, la zona de ataque quedaba para Cantero, Waldo, Teto y Enric Gallego. Además, LuIsmi Cruz y Aitor Sanz aparecían en el banquillo como notas positivas tras dejar atrás sendas lesiones, especialmente en el caso del capitán, ausente desde finales de mayo. Con el partido recién empezado, el Osasuna iba a marcar muy pronto, a los seis minutos, en un saque de esquina de Rubén García que acaba envenenándose y terminando en el interior de la red de un sorprendido Edgar Badía, que estuvo lento de reflejos en la acción. Le costaba un mundo al Tenerife tener la pelota y el Osasuna iba demostrando su superioridad casi sin despeinarse sin que los locales pudieran acercarse si quiera a la portería defendida por Aitor Fernández. La riqueza táctica de los navarros desarmaba a un equipo lleno de dudas y que iba a encajar en otro córner el segundo gol en el minuto 25. En este caso fue José León en propia puerta el que iba a donar a Osasuna el segundo gol de la tarde en el Heliodoro. Pero cuando parecía que el partido se iría muy cómodo al descanso para el Osasuna, el conjunto de Cervera iba a marcar en el minuto 44 obra de José León con un tiro desde la frontal que desvío un defensa. 1-2 y renovada expectativa de cara al segundo tiempo. Dos cambios ordenó Cervera al descanso, dejando a Cantero y Waldo en la caseta para que salieran Alassan y Marlos, este último situándose por detrás de Enric en la delantera. El colombiano empezó muy activo, tirando diagonales que supo leer muy bien Teto en la conexión del pase. Se veía otra cosa y ya no estaba tan confortable en el verde la escuadra pamplonica, con una amenaza superior por parte del Tenerife que quería y buscaba el empate. A falta de media hora iba a entrar Ángel con la dupla junto a Gallego presente en el área rojilla a partir de ese momento. El partido estaba en fase fría y lo que no quería el cuadro blanquiazul era que no pasaran cosas, por lo que el siguiente movimiento fue poner a Diarra y Rubén Alves en el campo.