¿Puede quedar inoperativo el club? El riesgo que corre el CD Tenerife en caso de nuevas vacantes en el consejo de administración

Santa Cruz de Tenerife

El CD Tenerife, inmerso en una crisis deportiva e institucional, presenta, a menos de tres meses de su próxima junta general de accionistas, un Consejo de Administración debilitado tras la dimisión de Alba Aula, que a su vez ejercía la función de secretaria del consejo y que deja en el mínimo el número de consejeros de la sociedad según recoge los estatutos sociales de la entidad, que en uno de sus apartados dedicado a sus administradores refleja que el órgano de gobierno de la SAD debe tener un presidente, un vicepresidente y un secretario.

Ampliar

Del mismo modo, queda manifiesto que “estará constituido por un número no inferior a cinco ni superior a siete, elegidos por la junta general de accionistas o los grupos de estos, por el sistema de elección proporcional”. En cuanto a las vacantes que se puedan producir, se expresa que podrán ser cubiertas “interinamente” por un accionista designado por el propio consejo, pero debiendo ser ratificado en la próxima junta que se celebre y permaneciendo en el cargo por el tiempo restante al consejero saliente dentro de los cinco años de cumplimiento de sus funciones desde su nombramiento, según recoge el artículo 242 de la Ley de Sociedades de Capital (LSC): “En la sociedad anónima si durante el plazo para el que fueron nombrados los administradores se produjesen vacantes sin que existieran suplentes, el consejo podrá designar entre los accionistas las personas que hayan de ocuparlas hasta que se reúna la primera junta general”, lo que se denomina “cooptación”. Para incurrir en el riesgo de que pueda quedar inhabilitado de sus funciones, el consejo de administración sólo es deficitario cuando estén vacantes la mitad más uno de sus miembros de acuerdo con los estatutos o con el número fijado por la junta.

Ampliar

Ante el riesgo de que una nueva baja en el Consejo, voluntaria o no, dejara la sociedad en situación inoperativa ante una incompleta composición del consejo de administración, en los próximos días se procederá al nombramiento de un nuevo componente, que a su vez ocupe la secretaría del consejo, teniendo en cuenta que en estos momentos queda conformado por el presidente (Paulino Rivero); el vicepresidente 1º (Conrado González Bacallado; y los consejeros Samuel Gómez Abril, Juan Guerrero Sánchez y Santiago Pozas Arjona, que a su vez ocupa el cargo de director general. Todo esto, semanas después de que Paulino Rivero denunciara en Radio Club Tenerife que el actual modelo de gestión "no funciona", en relación al "intervencionismo" de José Miguel Garrido en las decisiones ejecutivas de la sociedad. Hay que recordar que Garrido situó en el consejo a la propia Alba Aula, así como a Santiago Pozas y a Juan Guerrero, con lo cual ahora, tras la salida de la notaria tinerfeña, se queda el inversor madrileño sin una de sus bazas para aprobar los acuerdos del consejo en los que hasta hace unos días contaba con tres aliados en las figuras de Aula, Guerrero y Pozas.