No hay manera: el CD Tenerife empata a cero en casa con el Huesca y sigue aumentando la indiferencia de sus aficionados

Santa Cruz de Tenerife

Otra reválida casera para el CD Tenerife, que se aferra a su estadio para buscar los puntos que no consigue a domicilio. Con apreturas, pero con dos recientes victorias ante Eldense y Mirandés, llegaba en esta ocasión a la isla un Huesca transformado desde la llegada de Antonio Hidalgo al banquillo aragonés y en dinámica positiva con siete jornadas sin perder y las seis últimas sin haber encajado un solo gol. Sin Elady Zorrilla, cedido por el Tenerife e impedido para jugar en el Heliodoro por la clausula del miedo, pero con un bloque homogéneo funcionando con precisión. Garitano sorprendió dando minutos de partida a Teto, que junto a Waldo Rubio ocuparon los costados, mientras que Nacho suplió al lesionado Medrano. Mucho calor ambiental y sensación previa de enfriamiento entre la afición y el equipo, que llegaba de perder en Santander encajando cuatro goles y teniendo comportamiento de "equipo juvenil", como afirmó Waldo Rubio al diario AS.

Muy activo comenzó el CD Tenerife con Teto mezclando por dentro con Roberto López y generando superioridad ante la defensa oscense. También el conjunto azulgrana se empezó a sentir más cómodo a partir del minuto 15 e incluso tuvo una oportunidad clara que salvó despejando Nacho Martínez cuando había dos rivales relamiéndose para embocar cerca de la línea de gol. Fue equilibrándose el duelo y perdiendo energía el equipo de Garitano al tiempo que estaba soltándose el Huesca con más seguridad en sus acciones. Superada la media hora le escaseaban las ideas a los locales y a base de impulsos fue acumulando un puñado de córners (4), aunque tenía cierta discontinuidad en el juego. Afortunadamente la SD Huesca se atrevía poco y Soriano apenas intervenía, cosa que sí hacía un incordio para los visitantes como Enric Gallego, muy batallador y con un intenso duelo con el central Pulido. El 0-0 al descanso dejaba en el aire el resultado aunque era ligeramente superior un Tenerife sin remate.

Ampliar

Había que derribar el muro del Huesca

Nada más reanudarse el encuentro Enric Gallego pudo marcar en un pase magistral de Waldo Rubio que el delantero catalán remató de cabeza cerca del palo. Una muy buena oportunidad que animó a la grada a la espera de poder cantar un gol de su equipo. Tuvo una muy clara también el combinado de Hidalgo pero, aunque acabó dentro de la portería, el gol fue anulado por fuera de juego del delantero Obeng. Un aviso, y el anuncio de que también ellos tenían intencionalidad pese a no mostrarla demasiado. El segundo aviso en el minuto 60 con un tiro a bocajarro de Pulido que salvó Soriano con una gran parada. Y llegaron los cambios, con menos de media hora de partido por delante Ángel y Rahmani entraron por Teto y Roberto López, pasando a jugar con dos puntas para aumentar el caudal ofensivo y echar el resto para que los puntos se quedaran en casa. Y la tuvo, muy clara, el delantero lagunero en el minuto 71 con un gran pase de Enric que lo deja solo delante del portero, pero no eligió bien y el meta visitante le sacó una pelota de gol. A pesar de los intentos y con más corazón que fútbol, el empate son goles fue otra muestra más de la impotencia de un CD Tenerife incrustado en zona de nadie en la Liga.