El CD Tenerife coge velocidad de crucero

Santa Cruz de Tenerife

Volvía el Tenerife al Rodríguez López cuatro días después de tumbar al Racing de Santander en busca de otro triunfo ante un Burgos que llegaba a la isla con cuatro derrotas en cuatro desplazamientos de los castellanos y sin uno de sus estiletes ofensivos más importantes: Fer Niño era baja por lesión al igual que Luismi Cruz en los locales. Garitano recurrió de nuevo a Enric Gallego como ariete pese al doblete de Ángel ante el Racing. Junto al catalán, Roberto López en la mediapunta y la gran novedad de Mo Dauda junto a Waldo Rubio en los flancos. El otro nombre propio fue el de Loic Williams, asentándose en el once junto a Jose Amo como centrales, aunque se quedó fuera de la lista José León con molestias en la rodilla. El partido fue un monólogo con la pelota de los tinerfeñistas, que, sin ocasiones claras, desarbolaban a un Burgos excesivamente protegido con tres centrales. Salvo una de Enric Gallego tras asistencia de Mo Dauda, el resto de situaciones de ataque eran pura declaración de intenciones aunque sin inquietar la meta de Caro. Pecaba el cuadro local de exceso de confianza y, entre el calor agobiante y la fortaleza defensiva burgalesa, el partido iba decayendo hasta que llegó una jugada clave: Codazo dentro del área propia de Mo Dauda a Elguezabal que acabó con la expulsión del ghanés que ya tenía tarjeta amarilla previamente. Un penalti al borde del descanso podía complicar mucho las cosas pero Soriano aguantó y desvió el chut de Curro Sánchez. Con 0-0, el Tenerife salvaba una situación comprometida aunque le quedaba por delante el segundo tiempo con inferioridad de futbolistas y el previsible desgaste físico en aumento.

En la caseta se quedaba Loic Williams, con problemas físicos tras un choque de cabezas con su compañero Dauda en el primer tiempo. con un 4-1-4-1, escoró Garitano a Roberto López para cubrir la salida de Mo Dauda con Waldo Rubio por el otro lado quedando en solitario Gallego de faro ofensivo. Dos cambios hizo también el Burgos, entrando al partido el exblanquiazul Álex Bermejo y Ander. El Tenerife no perdía la compostura y mantenía a raya al conjunto de El Plantío. Tanto que, a los 19 minutos del segundo tiempo, Fer Medrano hizo una jugada espectacular por su banda y cedió el balón atrás para que Roberto López fusilara a Caro. 1-0 y el guion del partido se le ponía muy de cara a los de Garitano, que cinco minutos después iba a anotar desde los once metros el segundo obra de Enric Gallego. Un agarrón muy evidente de Mumo sobre la camiseta de Sergio provocó el consiguiente penalti que no iba a fallar el killer del CD Tenerife. El encuentro no tenía respiro y en el minuto 75 Jose Amo iba a cometer penalti por mano clara y Curro esta vez sí iba a marcar el 2-1. Con 12 minutos por delante, Ángel y Teto iban a aparecer en ese tramo final sustituyendo a Enric Gallego y un extenuado Waldo. El bloque insular resistía y los ocho minutos de añadido iban a dar más tensión al aficionado blanquiazul que esperaba al pitido final para estallar de júbilo. Y así fue: los 18.300 espectadores que fueron al Heliodoro explotaron de alivio y felicidad con la séptima victoria de su equipo en diez jornadas de liga.