Descalabro en el Heliodoro

Santa Cruz de Tenerife

Otra decepción y esta vez en casa. El CD Tenerife encajó su segunda derrota consecutiva tras caer ante el Real Zaragoza en un partido aciago del combinado tinerfeñista, que, salvo un primer cuarto de hora más decoroso, se vio superado en todo momento producto de su falta de argumentos futbolísticos unido a la escasa tensión que puso en el verde ante casi 11.500 espectadores en una noche de calor y bochorno en la capital tinerfeña. Solo un cambio planteó Ramis en la alineación titular, con Pablo Larrea en el sitio que ocupó José Ángel en Butarque, quedando una vez más Javi Alonso en el banquillo. Mientras, el Zaragoza se plantó en el Rodríguez López con tres exblanquiazules: Lluis López, Valentín Vada y Víctor Mollejo. De partida el Tenerife salió brioso, con empuje y la agitación futbolística necesaria para afrontar los primeros minutos de un partido cuando juegas como local. En el minuto 13 llegó la primera aproximación con cierto peligro, con un envío al área que tras un mal despeje del meta argentino del Zaragoza no pudo precisar el tiro Iván Romero, en posición algo escorada. Solo cuatro minutos después fue el cuadro aragonés el que merodeó el gol con un disparo fuera por poco de Mollejo tras un mal despeje de Nacho. Y el segundo aviso maño acabó en gol. Un centro de Larra desde la banda derecha encuentra, casi sin oposición, a Valentín Vada, para empujarla al fondo de la red (minuto 22). El gol dejó aturdido al CD Tenerife que pasó minutos de desasosiego y el control pasó al equipo de Carcedo, que manejó la pelota con tranquilidad como si estuviera en su campo.

Pura impotencia

Fue lo que tuvo el conjunto blanquiazul en el tiempo que transcurrió hasta el descanso, con una afición desesperada y cada vez más impaciente y un equipo, el de Ramis, incapaz de reaccionar antes de irse al vestuario. Sin cambios para la segunda mitad, el Tenerife buscó igualar el encuentro antes de que las prisas empezaran a invadir el ambiente. Sin embargo fue el Real Zaragoza el que campó a sus anchas y fruto de ello llegó el 0-2 en el minuto 66, en una acción individual de Vada que, tras marcharse de tres rivales, batió a Soriano de tiro cruzado. Ramis, que había metido minutos antes a Borja Garcés y José Ángel, intentó a la desesperada buscar activar a un perdido equipo dando entrada a Javi Alonso, y haciendo debutar al canterano Alassan, cuando todavía faltaban casi 20 minutos de juego. Pero no había manera, el Tenerife, apagado, desdibujado y sin alma, fue superado de manera justa por un rival que se encontró con una alfombra verde para castigar al conjunto insular con la primera derrota de la temporada en el Heliodoro Rodríguez López.