El Tenerife no da con la tecla y se vuelve de vacío de Leganés

Santa Cruz de Tenerife

El de Butarque se presentaba como la sexta oportunidad de la presente temporada para ganar fuera de la Isla. Tras Eibar, Levante, Ibiza, Ponferrada y Albacete, la visita al CD Leganés parecía la ocasión ideal para estrenar el casillero de puntos en signo triunfal a domicilio, con tan solo dos puntos de quince en los cinco desplazamientos previos a este. Solo dos novedades planteó Ramis en el once, con José León volviendo al eje de la zaga y José Ángel en la medular junto al intocable Aitor Sanz.

Con más de un centenar de aficionados tinerfeñistas en las gradas de Butarque, el tramo inicial del choque fue lento, sin calidad ni ritmo por parte de ambos conjuntos. En el minuto 21 José Ángel precisamente vio la primera tarjeta amarilla del partido y a renglón seguido le fue anulado un gol a los locales por mano en el momento del control del balón de Juan Muñoz. Pero el CD Tenerife no estaba cómodo, todo lo contrario que el Leganés, que así a los 36 minutos se ponía por delante con el remate final a gol de Juan Muñoz, que, esta vez sí, subía al marcador pese a las protestas de los jugadores del Tenerife reclamando una falta a Sipcic que ni árbitro ni VAR apreciaron.

Urgía cambiar para la segunda mitad antes de que el Leganés pudiera hacer más daño al combinado insular. Pero a pesar de que los compases iniciales de la reanudación tampoco fueron óptimos, el CD Tenerife se encontró con el empate en el minuto 62 con un tiro ajustado desde el borde del área de Aitor Sanz que encontró el premio de un tanto que no anotaba desde junio de 2020 ante el Mirandés en el Heliodoro. Pero la crueldad del fútbol le tenía deparada una sorpresa desagradable a los de Ramis con el 2-1 en el minuto 91 tras revisión del VAR por un posible fuera de juego de Qasmi que no lo era. Duro castigo para un Tenerife que, por unas cosas u otras, no da con la fórmula para ser fuertes fuera del Rodríguez López.