Los residentes, los más afectados por el aumento de espera entre frecuencias de la EMT
Los trabajadores son los que más sufren el descenso de la calidad del servicio después de la retirada de 12 vehículos del mismo modelo, debido a los dos incendios que calcinaron un par de autobuses
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Palma
El incendio de los dos autobuses de la EMT llevo a la empresa municipal de transporte a retirar 12 vehículos del mismo modelo. Las frecuencias afectadas han sido la A1, es decir, una de las que va al aeropuerto; y las líneas 3, 4 y 7. La disminución de frecuencias perjudica a muchos usuarios. Sin embargo, no a todo el mundo de la misma manera. Mayor tiempo de espera, autobuses más llenos y el aire se nota mucho menos con la cantidad de gente que hay.
Cuatro líneas afectadas, pero no al mismo nivel. Las líneas 3, 4 y 7 son tres de las líneas con mayor cantidad de usuarios. Conectan zonas como el Pont d'Inca con el centro de Palma, Nou Llevant con Illetes o Son Gotleu con La Vileta. La A1 por su parte conecta con el aeropuerto. Sin embargo, las quejas no son las mismas en las primeras tres que en la línea del aeropuerto. Antoni Deudero, presidente de la EMT y regidor de Movilidad en Palma, reconocía hace menos de una semana que la retirada de esa docena de vehículos supondría un mayor tiempo de espera entre frecuencias, aunque siempre dando prioridad a los barrios.
El aumento de tiempo para coger un bus sí ha aumentado. Es la sensación que tienen y lo que viven muchos de los que necesitan hacer uso de este servicio para acudir a su puesto de trabajo. Frecuencias que pasan de 10 a 20 minutos. Buses que pasan llenos y no se detienen en las paradas. Grandes diferencias y perjuicios para aquellos que necesiten este medio de transporte. "Antes pasaba a los diez minutos y ahora hay veces que pasa a los veinte minutos", explica Izan, un usuario de la EMT. "Como va a esperar uno veinte minutos cuando se tiene que ir a trabajar", lamenta María, después de ver como un autobús de la línea 3 se iba y ahora tiene que esperar ese tiempo hasta el siguiente.
Esta espera supone que las paradas se llenen de más usuarios que tengan que hacer uso de este servicio. Este hecho implica que los autobuses vayan a rebosar. Respecto a este tema hay quien no puede sentarse, y hasta el hecho de ir de pie suponga una dificultad. "Demasiado lleno, vamos copados", reconoce Gustavo que, normalmente, hace uso de la línea 7.
Los autobuses desbordados provocan que las altas temperaturas que ya se viven se incrementen dentro del bus. Esto se soluciona con la puesta en marcha de los aires acondicionados que permitan refrescar el interior del vehículo. El problema está en que tal cantidad de gente hace que el aire acondicionado parezca que no esté encendido o que, directamente, sea esa la cuestión, que no se enciende. "El aire acondicionado lo llevan a tope, pero creo que es más el ruido que hace que lo que refresca", denuncia Ana, que espera en una de las paradas que hay en Plaza España.
Aumento del tiempo entre frecuencias, buses copados de gente y un calor insoportable. Problemas que parecen compartidos por todos los usuarios de la EMT. Sin embargo, hay quien se salva de estos inconvenientes. Los usuarios de la línea A1, que se dirige al aeropuerto. Los residentes sufriendo para ir a trabajar, pero los turistas, el usuario que más uso hace de esta línea, no nota esta problemática. "En el A1 lo suelen poner Romina, es verdad que en otros buses creo que no lo ponen", asegura Pere, un trabajador del aeropuerto que utiliza esta línea. En definitiva, un peor servicio, pero solo para aquellos que utilizan las líneas que pasan por los barrios, que en teoría, iban a ser los menos afectados, según Deudero.
