La peluquera que ha retirado la revista 'Hola' de su negocio por las imágenes de Ana Obregón denuncia "insultos" y "amenazas"

Gijón

El revuelo generado por el caso Ana Obregón y la peluquería de Gijón que ha anunciado que no volverá a comprar la revista 'Hola' por haber realizado un reportaje sobre la maternidad a través de gestación subrogada de la presentadora ha escrito un nuevo capítulo. Su propietaria Laura Llaneza ha emitido un comunicado a través de sus redes sociales donde se reafirma en la decisión adoptada, pero también va más allá. En uno de los puntos denuncia haber sufrido insultos y amenazas por parte de "grupúsculos que tratan de amedrentar a quienes pensamos diferente" y ha avanzado que no se va a quedar quieta ante estos hechos.

"Que sepan esos adalides del pensamiento único que tomaré las acciones legales oportunas". También ha aprovechado para dar las gracias "a los centenares de personas que de manera educada habéis participado de este debate entorno, reitero, a una decisión simbólica sobre un asunto que no está regulado en España".

"Que sea noticia y motivo de algarada..."

Llaneza decidió que en su establecimiento no volvería a entrar la publicación después del reportaje de Ana Obregón y también ha querido aclarar que ella no ha hablado con ningún medio de comunicación "es más, he declinado hacerlo en varias ocasiones". Además, ha restado importancia a su decisión apuntando que "la dueña de una pequeña peluquería retire una revista de su salón y eso sea noticia y motivo de algarada ya dice bastante poco de la sociedad en la que vivimos". De hecho, la decisión calificada como "simbólica" le ha dado para una reflexión: "Si ha generado tanto revuelo y tanto eco mediático igual es porque no estamos muy acostumbrados a llamar a las cosas por su nombre".

La asturiana ha acabado su comunicado reivindicando su derecho "a opinar libremente y desde el respeto de este o cualquier otro tema y a tomar en mi negocio las decisiones que considero consecuentes con mi manera de pensar y entender la vida" y con un dicho: "Quien se atreva a juzgar mi camino, que antes se ponga en mis zapatos".