La gastronomía en femenino regresa a Asturias

Gijón

El segundo 'Encuentro Internacional de Gastronomía, Mujeres y Mundo Rural' trabaja con un código ético de apoyo a las actividades que redundan en la visibilización de la mujer en la hostelería y el sector primario así como la concienciación social para la defensa de la sostenibilidad más necesaria, la de las comunidades rurales.

Tendrá lugar del 16 al 18 de mayo en el Parador de Corias en Cangas del Narcea. Entre el amplio listado de cocineras participantes hay una buena representación asturiana con Ángela Pérez, guisandera en Casa Emburria de Tineo o Mayte Álvarez de Casa Lula, ambas de Tineo, desde Valencia vendrá Carito Lourenzo, Rosa Macías desde Granada, habrá tiempo para la nueva cocina andalusí desde Marruecos con Nayat Canaache o 'El sabor sabor del Algarve' de Noelia Gerónimo desde Portugal o Elena Arzak hablando de conciliación familiar y alta cocina.

La encargada de abrir este año el encuentro es Carolina Sánchez, chef en Íkaro, restaurante ubicado en Logroño que recibiera en 2019 una estrella Michelín, tan sólo dos años después de abrir el restaurante. Allí se ha llevado su cultura amazónica natal ya que Carolina es ecuatoriana. Es justo el tema que trae al encuentro con la ponencia 'Despensa Amazónica' en un restaurante de La Rioja.

"La cocina ecuatoriana es bastante desconocida", ha explicado relatando cómo consiguen algunos de los productos de su país gracias a que sí se exportan a España, como el chocolate pacari, y a que ella viaja a menudo allí ya que Carolina forma parte del jurado de Masterchef en Ecuador. Menciona otros productos necesarios para elaborar sus guisos, como el plátano macho o el maíz y las frutas, algo que le cuesta más encontrar ha confesado.

En A vivir que son dos días la chef explica que vino a España para estudiar en el Basque Culinary Center donde conoció a Iñaki Murua, su pareja y también chef del restaurante. "No nos llevamos a casa los problemas del trabajo, los dejamos en el coche", ha bromeado al preguntarle por la conciliación familiar.

La chef ha lamentado que a causa de la pandemia la pareja perdió su segundo restaurante, 'Pampamesa', que acababan de abrir. Espera volver a poder retomarlo, pensando también al equipo al que no ha podido rescatar. "Empezamos en cocina solo Iñaki y yo, con muy poco personal, éramos unos ingenuos, creíamos que podríamos con todo", ha recordado. Ahora trabajan con 13 personas.