Más del 44% de los menores malagueños ha fumado alguna vez cigarrillos electrónicos

Más del 44% de los malagueños menores de 18 años, afirma haber fumado alguna vez cigarrillos electrónicos, según muestran los últimos datos de la encuesta Estudes, que se encarga de dar a conocer las conductas y actitudes sobre el consumo de drogas. Esta tendencia aumenta además entre las chicas, que son quienes más los consumen. Desde el Centro Provincial de Drogodependencia de la Diputación de Málaga, denuncian el fácil acceso que los menores tienen para comprar vapers. Su uso y su consumo se ha generalizado en los últimos años y, según un estudio que realizó la Diputación, la mayoría de progenitores permitirían a sus hijos vapear sin percibirlo como un riesgo.

Estos dispositivos tienen tonos pasteles y sabores muy atractivos como son por ejemplo la menta, el melón o el algodón de azúcar. En los últimos años, su uso se ha acrecentado bajo la falsa creencia de que no son perjudiciales para la salud al no tener nicotina. Mari Ángeles García-Jurado, psicóloga y coordinadora de prevención del Centro Provincial de Drogodependencia en Málaga, explica que en ningún caso esto es cierto.

La facultativa, quien prefiere usar el nombre de cigarrillo electrónico antes que el de vaper para evitar que se piense que lo que se consume es vapor de agua, explica que en el interior de estos aparatos a diferencia de lo que se piensa no nos encontramos agua y saborizantes. Los vapers, según ha explicado García- Jurado, están compuestos por una batería que calienta una resistencia de metal a unos 360º que a su vez acciona el líquido que finalmente se fuma. Este, contiene nicotina en la mayoría de los casos y sustancias químicas como la glicerina y el propilenglicol además de aromatizantes y saborizantes que afirma "acaban en el pulmón".

Otro bulo muy extendido es que los vapers facilitan que aquellos que fuman tabaco lo dejen, pero con los años esto se ha demostrado inefectivo. Lo recomendable es acudir a los centros de salud e iniciar un tratamiento específico. El consumo de cigarrillos electrónicos traen consigo la posibilidad de padecer todo tipo de cáncer. Además, en Estados Unidos se diagnosticó a varios pacientes una enfermedad parecida al EPOC, pero cuyo detonante era el vapeo, el evali.

A todo esto, hay que sumarle la facilidad con la que los menores acceden a la comprar de este tipo de cigarrillos y es que se venden en bazares y quioscos junto a las gominolas, máquinas emprendedoras así como a través de internet, donde es imposible comprobar quién los adquiere. Ni los vapers ni las cachimbas son productos que se puedan ofrecer a los adolescentes, ya que solo podrían consumirlo los mayores de 18. La psicóloga explica que ante estos dispositivos, a pesar de estar regulados por la misma ley que el tabaco, existe aún mucho desconocimiento ya que su uso se sigue permitiendo en discotecas donde no debería ser legal.

Desde el Centro Provincial de Málaga piden a los jóvenes que antes de iniciarse en esta moda se informen bien sobre todos sus riesgos y, a los padres de los menores, que promuevan hábitos de vida y consumos saludables en sus hogares para evitar que sus hijos caigan en esta adicción. Ya se puede escuchar el reportaje completo hecho en el programa de Hoy por Hoy de la Cadena Ser Málaga.