“Moscú ha empezado la cuenta atrás de la quiebra del régimen de Putin”, Rafael Poch, experto en política rusa

Madrid

La Rusia de Putin tiene los días contados, al menos así opina uno de los expertos en la política de este país y en la figura de su presidente, Rafael Poch-de-Feliu, que fue corresponsal de La Vanguardia en China y Rusia durante 35 años, además de haber escrito varios libros sobre la política de estos países.

Esta escalada de los acontecimientos, ha asegurado en La Ventana, “no se la esperaba nadie”, especialmente porque cree que es un movimiento demasiado arriesgado, que no acabará bien para el país euroasiático: “Creo que incluso en la mejor de las hipótesis para el Kremlin, por ejemplo una rápida conquista de Kiev y la formación de un gobierno títere allá, la invasión fracasará, porque habrá resistencia y eso determinará una gran represión por parte de ese hipotético nuevo títere”.

La sociedad rusa también se levanta

“Por otro lado hay que preguntarse cuántos cadáveres rusos en bolsas de plástico están dispuestos a soportar la sociedad rusa”, ha añadido Poch, que además destaca la problemática que supone para el Kremlin la movilización de los rusos en forma de protestas: “Mientras sean 10.000 en Moscú se pueden gestionar a base de policía, ya se está yendo a las casas advirtiendo con buenas palabras de que no salgan de sus casas, que estamos en una situación muy crítica y es ilegal. Si se trata de cientos de miles en todo el país, eso va a ser inabarcable”.

A estas protestas que ya se están dando, ha augurado, “se sumará el efecto devastador de las sanciones y la rebelión de muchos magnates a los que la tensión con occidente perjudica en sus bolsillos, y por todo eso creo que Moscú ha empezado la cuenta atrás de la quiebra del régimen de Putin”.

De la guerra fría hasta hoy

Este pronóstico, ha matizado Poch, es arriesgado, ”pero es que todo apunta hacia allí”. Algo que se remonta, ha explicado, a hace treinta años, cuando “Europa perdió una oportunidad histórica, la guerra fría se cerró en falso y hoy nos cobra una factura bélica”.

Poch ha detallado así lo que supone esta factura bélica: “Hemos ido de una guerra fría a una caliente por dos factores. Por un lado, la provocación expansionista de la OTAN, y por el otro, un nacionalismo ruso que no reconoce a una nación soberana que además es su hermana, hasta el punto de destruirla de la forma más bárbara y salvaje. lo que está pasando es horroroso, pero tiene unos antecedentes y unas condiciones que lo han hecho posible”.

Alerta nuclear

El domingo 27 de febrero, Putin ordenó a los responsables de sus fuerzas de disuasión, entre las que se incluyen armas nucleares, que se pusieran en “estado de alerta máxima”, algo que ejemplifica para Poch el gran peligro subyacente de todo este conflicto.

“La OTAN ha invocado el artículo cuarto de su carta para prometer ayuda militar a Ucrania, a un aliado. Esos suministros lo más probable es que sean atacados por Rusia en una zona de guerra. Entonces el contacto militar entre dos imperios nucleares como son la OTAN más Estados Unidos por un lado y Rusia por el otro, anuncian un riesgo sin precedentes desde la crisis del Caribe del 62”, ha explicado.

Es esencial, ha añadido, que los gobiernos, tanto español como en Bruselas sean conscientes de este riesgo, que el experto teme que ni uno ni otro “acaban de comprender”.