Sirenas antiaéreas, sospechas de PCR adulteradas...: el infierno que el Gernika Bizkaia ha vivido en Turquia
El equipo vasco femenino queda eliminado de la Eurocup en circunstancias irregulares
El Lointek Gernika Bizkaia ha quedado eliminado de la Eurocopa después de caer por 69-40 en la pista del CBK Mersin turco en un partido que ha englobado una serie de circunstancias irregulares.
El preparador físico del equipo vasco, Kevin Huber, ha descrito en redes sociales todo lo ocurrido. "Todo el mundo creo que ha podido ver la tomadura de pelo sufrida hoy en el partido en Turquia, pero más allá de todo lo que se ha visto en cámara, me apetece contar el comienzo de todo esto. Al aplazarse el partido por positivos en toda nuestra plantilla, FIBA nos propone poder jugarlo antes del 6/1. De repente al día siguiente, nos dicen que tenemos que jugarlo el 30/12, cuando salíamos del confinamiento el 28/12. ¿Querían que jugáramos sin entrenar?", ha comenzado.
Huber ha continuado: "Al fin llegamos a un acuerdo de jugarlo el día 4/1, pero con la condición de que nos hicieran una PCR al llegar a destino. Rechazando nuestra propuesta de hacerla antes en Bilbao. Y todo ello permitido por FIBA. Por si acaso, decidimos hacernos una PCR en Estambul… Bingo, todas las PCR negativas. Pero aún nos quedaba por vivir algo surrealista, llegar a Adana, y una furgoneta con dos directivos del club rival, acompañados de un 'enfermero' pretendían hacernos las PCR en plena calle antes de subir al bus. Conseguimos una salita para hacerla. El 'enfermero' saca los tubos de las PCR con los nombres ya asignados… ¿Sospechoso? Y nos realiza la PCR, todo esto con sus directivos sin mascarilla. ¿No estaban tan preocupados por no contagiarse y por eso nos hacían PCR?".
"Terminamos con el proceso a las 23:30 (1h después de aterrizar) y llegamos al hotel a la 1:30 de la mañana. ¡Al día siguiente la sorpresa! Una de nuestras jugadoras es positiva. Acudimos a un hospital a que se haga una nueva PCR de contraste, esperando un resultado rápido para antes del partido, pero este no llega hasta las 22:00, ya después del partido. ¿Adivináis el resultado? Negativo", ha lamentado.
Huber ha protestado por estos lamentales sucesos, una queja realizada en especial a la FIBA, organización que los ha permitido: "No se puede jugar así con la salud de un equipo entero, el desgaste mental que ha supuesto toda esta injusticia. Que un equipo de semejante presupuesto, tenga que acabar pasando dieciseisavos de esta manera es muy lamentable. Y todo bajo el amparo de FIBA. Solo esperamos que toda esta pesadilla acabe. Que nos dejen salir de este país a todos lo antes posible. Cosa que parece que tampoco están dispuestos a dejarnos hacer…".
La jugadora Belén Arrojo y su entrenador, que se ha quedado con ella, intentarán volver a España a lo largo del día cuando un nuevo negativo de Arrojo lo permita. El resto de la expedición ha cogido el avión de vuelta en la mañana de este miércoles.
El partido
Durante gran parte del encuentro, en los ataques del equipo español sonaban por megafonía sirenas antiaéreas, así como el himno de Turquía, algo fuera de todo lo correcto en baloncesto.
A pesar de lo abultado del marcador, que llegó a ser de un -37 mediado el tercer cuarto (54-17), el equipo vizcaíno tiró de orgullo para mantenerse vivo prácticamente hasta el final del partido y lograr incluso nivelar la eliminatoria (64-40) a 40 segundos para el final.
Ya comenzó torcida a tarde para el Gernika antes del salto inicial, tras conocerse a última hora el positivo por covid de Belén Arrojo, después de que la granadina hubiera dado negativo "en todas las pruebas anteriores, incluida una prueba PCR en Estambul", según confirmó el club vasco.
La sensible baja de Arrojo dejó a Mario López como solo ocho jugadoras en la rotación ante un rival que, espoleado por el ruidoso público que abarrotó el pequeño pabellón turco, arrolló de inició al Gernika y para el minuto 12 había logrado ya neutralizar la desventaja que se trajo de a cancha vizcaína (30-6).
La brecha creció hasta el 54-17 del minuto 25 y solo bajó e un descorazonador -35 al final del tercer cuarto (62-27). Pero con la eliminatoria en la mano el conjunto local pagó caro su exceso de confianza y dio alas a un Gernika que, con todo perdido, nunca bajó los brazos y limó las diferencias.
El 64-36 a menos de seis minutos para el final alertó al técnico del Mersin, Aziz Akkaya, que tras un tiempo muerto consiguió a duras penas volver a enchufar a sus jugadoras, aunque no evitó que tuvieran que sufrir hasta el final.
Sin embargo, con 64-40 y 40 segundos por delante una entrada que no logró materializar Rosó Buch y un posterior triple de Jasmine Thomas sentenciaron definitivamente el cruce.