Lío en Oporto: Pinto da Costa pone en nómina a una vidente que cobra quince mil euros al mes
El presidente portugués ha hecho trabajadora del club a su vidente personal
Los despachos del Porto vuelven a ser noticia de alcance mundial. Si hace unos meses, las autoridades portuguesas entraban en las oficinas del club ante posibles irregularidades de Pinto da Costa al frente del club que lleva gobernando durante cuatro décadas, ahora el foco se centra en el último 'fichaje' por parte del presidente de la entidad, que le está costando animadversiones dentro y fuera del propio equipo.
Pinto da Costa, conocido por ser uno de los mejores gestores en el mundo del fútbol y por sacar fortuna por jugadores desconocidos, ha hecho uno de los fichajes más extravagantes que un club puede hacer. El mandatario portugués ha decidido contratar a su vidente personal como miembro del club con un salario que se ha conocido de quince mil euros al mes. Los diarios portugueses han sido los primeros en informar de esta extraña noticia, que se hizo efectiva el pasado julio, creando cierto malestar en algunos despachos dentro de los dragones.
'La bruja de Pinto da Costa', tal y como se refieren a esta quiromántica dentro de la prensa portuguesa se trata de un ejemplo apenas visto en el fútbol. Una de sus empleadas mejor pagadas, que tiene que ver con fenómenos paranormales, entre ellos, ser líderes sin haber partido un solo partido en la liga portuguesa. Lo que seguramente no contaban era caer eliminados en la fase de grupos de la Champions League con el Atlético de Madrid.
No es la primera vez que se habla de brujería en el fútbol del país vecino. Hace unos años fue el propio Pinto de Costa quien acusó de forma directa a Luis Felipe Vieira, expresidente de sus máximos rivales, Benfica, de pagar a un 'doctor' de fenómenos extraños para conquista el título de Liga. Ahora, con quince mil euros cada mes, la bruja de Pinto da Costa se ha convertido en la 'doctora' mejor pagada del mundo.
Ricky Dias
Ourense, 1997. Licenciado en periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Llegó a la redacción...