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Falsos autónomos

La UE sigue los pasos de España y lanza un plan que obligará a regularizar a 4,1 millones de falsos autónomos

La Comisión Europea (CE) ha lanzado una propuesta de directiva para regularizar el sector de plataformas digitales, con la que espera que sean reconocidos como empleados asalariados de plataformas digitales hasta 4,1 millones de personas

Un 'rider' durante una protesta en la que se exigía garantías laborales / Getty Images

Un 'rider' durante una protesta en la que se exigía garantías laborales

Madrid

Los trabajadores registrados como falsos autónomos, que se concentran en su mayoría en las plataformas digitales como Amazon, Uber o Deliveroo, pero también en otros ámbitos, pueden tener los días contados en esta situación. La Comisión Europea (CE) ha lanzado una propuesta de directiva para regularizar el sector con la que espera que sean reconocidos como empleados asalariados de plataformas digitales hasta 4,1 millones de personas.

La iniciativa establece cinco criterios para determinar si los empleados de plataformas son efectivamente trabajadores de plantilla, con el objetivo de evitar la proliferación de falsos autónomos y garantizar sus derechos laborales. Si se cumplen al menos dos criterios, se considerará que la plataforma emplea al trabajador. De esta forma, Bruselas sigue los pasos de España, que aprobó la 'ley rider' el pasado mayo, tratando de regular la situación de estos trabajadores en el país.

Entre los criterios figura que la empresa establezca el nivel de la remuneración o que supervise la elaboración del trabajo mediante medios electrónicos. Asimismo, que restrinja la libertad para elegir las horas de trabajo o los periodos de ausencia, para aceptar o rechazar tareas y para usar subcontratistas o sustitutos.

El cuarto criterio es que la plataforma establezca normas vinculantes sobre el aspecto, como la obligación de llevar uniformes con el logo de la compañía, sobre la conducta con el cliente o sobre el desempeño del trabajo. Igualmente, se incluye que la empresa restrinja la posibilidad de que el empleado construya una base de clientes o trabaje para otras compañías.

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Si se cumplen al menos dos de esas condiciones, se considerará que el individuo es un empleado de plantilla y tendrá derecho al salario mínimo, a la negociación colectiva, a las vacaciones pagadas o a un mejor acceso a la protección frente a accidentes laborales, a las prestaciones por desempleo y por enfermedad, así como a las pensiones contributivas de jubilación.

En cualquier caso, tanto las plataformas como los empleados tendrán la posibilidad de impugnar la designación de las personas como trabajadores de plantilla mediante procedimientos judiciales o administrativos.

Si se opone la empresa, corresponderá a la compañía demostrar que no existe relación laboral con el trabajador. Si, por el contrario, es el trabajador el que rechaza la designación como empleado de plantilla, la plataforma deberá contribuir a la "resolución adecuada" de los procedimientos, "en particular proporcionando toda la información relevante", indicó Bruselas en un comunicado.

Fuentes comunitarias precisaron que los cinco criterios son principios que tribunales comunitarios han utilizado para confirmar una relación laboral entre un empleado y una plataforma.

Según la Comisión Europea, alrededor de 28 millones de personas trabajan en plataformas digitales en la Unión y, de esa cantidad, 5,5 millones de individuos pueden no tener reconocido el estatus laboral que les corresponde. Por eso, desde la CE esperan que con la directiva entre 1,7 millones y 4,1 millones de personas vean reconocida su condición de trabajador de plantilla de las plataformas digitales.

Otros podrían convertirse en auténticos autónomos, "ya que algunas plataformas podrían ajustar su modelo de negocio", detalló Bruselas. La directiva ahora tiene que ser negociada entre la Eurocámara y el Consejo (los países), colegisladores de la UE, y solo cuando ambos logren un acuerdo al respecto quedará aprobada.

Una vez adoptada, los Estados tendrán dos años para trasponer la directiva a la legislación nacional. “Nadie está intentando matar, detener o entorpecer este crecimiento de la economía de las plataformas”, declaró en una rueda de prensa el comisario de Empleo, Nicolas Schmit, pero el sector “debería adecuarse a nuestros estándares, incluidos los sociales”, dijo.

La directiva cubre, asimismo, la gestión mediante algoritmos, que cada vez más sustituye a los directivos a la hora de asignar tareas, monitorizar y evaluar el trabajo realizado, proporcionar incentivos o imponer sanciones.

La propuesta plantea que los trabajadores reciban información sobre cómo se lleva a cabo su seguimiento, supervisión y evaluación por parte de la plataforma y los clientes. También recibirán información sobre los aspectos que determinan la asignación de tareas, la propuesta de tarifas y la concesión de primas.

Además, las plataformas digitales no podrán recoger ni tratar datos personales que no estén directamente relacionados con el trabajo realizado. Igualmente, se garantiza un seguimiento humano del respeto de las condiciones laborales y se da derecho a impugnar las decisiones automatizadas.

Los aspectos relacionados con la gestión algorítmica se aplicarán tanto a los trabajadores de plantilla como a los auténticos autónomos. La directiva, asimismo, pide a las plataformas digitales que declaren su actividad en el país en que esta se lleva a cabo y que faciliten a las autoridades nacionales información acerca de las personas que trabajan a través de ellas y de sus términos y condiciones.

 
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