Magdalena Andersson es elegida primera ministra de Suecia por segunda vez tras renunciar hace una semana

Madrid

La socialdemócrata Magdalena Andersson ha sido elegida este lunes primera ministra de Suecia por segunda vez después de que hace unos día renunciase al cargo ante la falta de apoyo a sus presupuestos, algo que derivó en la retirada del respaldo por parte de Los Verdes.

Andersson ha contado ahora con un mayor apoyo que el que tuvo el pasado miércoles, con las bancadas de los partidos de la Izquierda y del Centro, así como la diputada independiente Amineh Kakabaveh, votando a su favor. Con este resultado, los socialdemócratas podrán formar un gobierno de partido único, del cual se conocerán los primeros nombres a partir de este martes, tal y como avanzan medios suecos.

Andersson, la primera mujer en liderar un gobierno en Suecia, encabezaba desde 2014 el Ministerio de Finanzas, pero su nombre ya sonaba como favorito cuando el primer ministro saliente, Steffan Lofven, anunció en agosto que se apartaría de la primera línea política para que su partido pudiese prepararse para las elecciones de septiembre de 2022.

Horas en el cargo

Andersson dimitió horas después de ser nombrada, después de que la votación de los presupuestos se saldaran con la propuesta de la oposición conservadora. Hace una semana, el 'sí' de los compañeros del Partido Socialdemócrata de Andersson y del Partido Verde le permitieron sumar 174 votos a favor para ser nombrada, los mismos que logró sumar la oposición conservadora. El sistema parlamentario sueco establece que basta con que no haya más votos en contra que a favor, por lo que Andersson fue proclamada entre aplausos y visiblemente emocionada.

Sin embargo, tras la votación de los presupuestos, el Partido Verde se retiró de la coalición gubernamental que apoyaba a Andersson. El 'no' del Partido de Centro al proyecto presupuestario de la coalición gobernante dejó sin los votos necesarios para sacar adelante las cuentas públicas. En cambio, salió adelante el proyecto presentado por la oposición conservadora, que Andersson estaría obligada a aplicar.