Investigadores ofrecen 360 euros al que sea capaz de descifrar una carta de Dickens antes de final de año

Madrid

Uno de los trabajos más complicados de historiadores e investigadores es descifrar antiguos manuscritos, cartas o documentos escritos a máquina, a mano o por un método de taquigrafía llamado braquigrafía. Poseen un contenido muy valioso, pero en ocasiones cuesta averiguar lo que pone y ni siquiera los mejores expertos son capaces de hacer una traducción. Esto les está pasando a investigadores de la Universidad de Foggia, en Italia, y de la Universidad de Leicester en Inglaterra, con una carta de famoso escritor Charles Dickens, uno de los más importantes de la literatura inglesa.

Aunque sí se han distribuido por todo el mundo obras como Oliver Twist o Cuento de Navidad, todavía quedan anotaciones suyas de las que no se sabe realmente lo que pone, ya que el escritor solía hacer anotaciones con la braquigrafía. Una de ellas, denominada 'carta de Tavistock'. Nadie ha sido capaz de descifrarlo en más de 150 años, y por eso estos investigadores han abierto al público la opción de traducirla, según recoge 'The Times'.

Así es la 'carta de Tavistock' indescifrable

En colaboración con el Consejo de Investigación de Artes y Humanidades y el Dickens Code Project, se ofrecen unas 300 libras esterlinas, unos 360 euros aproximadamente, para aquel que lo logre hasta final de año. Se trata de uno de los diez manuscritos que se mantienen de la casa de Dickens.

"Parece simple, pero en realidad no lo es. Lees las consonantes y llenas los espacios. Es un poco como jugar al Scrabble en tu cabeza", comenta Hugo Bowles, profesor de inglés en la Universidad de Foggia en Italia, al medio inglés. Cuenta que sale muy desordenada, tanto la letra como la taquigrafía: "Desafortunadamente, las notas preexistentes no son suficientes para ayudarnos a decodificar todo. Da algunos de sus símbolos adicionales, que son útiles, pero gran parte del problema está realmente relacionado con su escritura".

¿Por qué usaba ese sistema? "Dickens claramente le gustaban los juegos de palabras y los rompecabezas y habría sido muy bueno en ellos, de ahí el uso de este sistema", explica Bowles. Para intentar descifrarlo, se ha intentado con diferentes técnicas pero todas han fallado.

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Desde Leicester también reconocen la dificultad, tal y como cuenta la doctora Claire Wood, profesora de literatura: "Dickens descarta los símbolos que son más oscuros y que no aparecen en lo que informa. En cambio, crea nuevas marcas que tienen más sentido y que le ahorran tiempo como escritor de taquigrafía". Queda abierto el proceso para lograrlo y entrar en la mente de Dickens.

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