Malestar en Francia ante el acuerdo entre Reino Unido, EEUU y Australia
El Ejecutivo francés tenía firmado un contrato con el país oceánico que, tras la triple alianza, queda cancelado
Madrid
Francia no da crédito a los últimos movimientos de Estados Unidos. Desde París existe un profundo malestar con el país americano después de la triple alianza entre estos, Reino Unido y Australia para hacer frente a China en el Indo-Pacífico. El acuerdo no solo excluye al país galo de una zona de influencia, sino que rompe un acuerdo previo con el Ejecutivo de Canberra para la compra de submarinos nucleares.
La triple alianza supone un duro revés para el Gobierno de Macron, que ha manifestado su malestar para con la administración Biden. El nuevo acuerdo entre estados de la Commonwealth recoge una estrategia unificada de fabricación de submarinos que rompe de manera automática el pacto sellado entre los ejecutivos francés y australiano.
El Gobierno galo ha manifestado sus dudas respecto a la actuación de la administración del presidente estadounidense Joe Biden. El presidente americano prometió, al contrario que su predecesor Donald Trump, tender puentes hacia Europa en su política internacional. Sin embargo, desde Francia consideran que, a la luz de los últimos hechos, la actitud de la Casa Blanca no ha variado a pesar del cambio de administraciones.
La reacción francesa ante el último movimiento de Estados Unidos no ha tardado en recibir réplicas desde Washington a través del secretario de estado americano, Anthony Blinken. "Esperamos seguir cooperando con la OTAN y con la Unión Europea en lo relativo al Indo-Pacífico. En este sentido, Francia en particular es un aliado vital; también en otros ámbitos desde hace muchos años", ha asegurado Blinken.
El secretario de estado americano se vio obligado en la noche de este jueves a apagar un fuego que proviene de una ruptura impuesta por parte de la administración Trump. "Seguiremos cooperando intensamente con Francia en muchos puntos comunes en la región, pero también en todo el mundo. Valoramos enormemente nuestra relación con este país, y seguiremos adelante con ella durante los próximos días", aseguraba Blinken en declaraciones a los medios.
A pesar de los guiños que los estadounidenses han intentado hacer a la UE y Francia en concreto, la ruptura del contrato con el Ejecutivo de París no ha sentado bien en Europa. Tampoco la nueva estrategia de influencia en el Indo-Pacífico, para la cual no se ha contado en ningún momento con Europa.
El Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, calificaba este jueves el triple acuerdo como un toque de atención a la Unión. "Supongo que un acuerdo de este tipo no se urdió anteayer. Lleva algo de tiempo. A pesar de ello, no se consultó con la UE. Esto nos obliga a reflexionar sobre la necesidad de poner la autonomía estratégica europea", aseguró Borrell.
La nueva estrategia estadounidense pasa por mitigar la influencia china en el Indo-Pacífico, aunque desde la Casa Blanca aseguran que en ningún caso pretende ser un ataque a Pekín.