Bruselas aclara que proyectos como la ampliación del Prat pasan estrictos informes medioambientales
Los informes, según confirman a la Cadena SER fuentes comunitarias, deberán tener en cuenta el efecto acumulado de todos los proyectos que afectan al Delta del Llobregat.
La ampliación del aeropuerto de Barcelona solo será posible si un informe medioambiental demuestra que el proyecto no tendrá consecuencias adversas para los hábitats bajo protección en la zona
Bruselas
La ampliación del aeropuerto de El Prat solo será posible si un informe medioambiental demuestra que el proyecto no tendrá consecuencias adversas para los hábitats bajo protección en la zona.
La Comisión Europea evita pronunciarse sobre el acuerdo entre Generalitat y Gobierno, pero sí que precisa que la ejecución del proyecto dependerá de los estudios medioambientales, unos informes que, según han confirmado a la Cadena SER fuentes comunitarias, deberán tener en cuenta el efecto acumulado de todos los proyectos que afectan al Delta del Llobregat.
Recordatorio a España y Cataluña
Una posición que Bruselas esgrime como recordatorio a las autoridades españolas y catalanas, obligadas a garantizar el respeto total a las normas europeas y eso pasa por un informe medioambiental serio y creíble.
El Gobierno y la Generalitat han alcanzado un principio de acuerdo para desbloquear el proyecto y definir el plan director que ha de guiar las actuaciones a realizar.
Voces a favor y en contra
Los principales agentes económicos de Cataluña, como las patronales, los sindicatos o la Cambra de Barcelona, ya han mostrado su apoyo al proyecto, mientras otras voces se han manifestado abiertamente en contra, entre ellas la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; el alcalde de El Prat de Llobregat, Lluís Mijoler, o los colectivos ecologistas.
Por ahora, el principal escollo que ponen sobre la mesa los contrarios a la ampliación es el medioambiental, ya que alargar en 500 metros la tercera pista del Aeropuerto de Barcelona, como plantea AENA, supondría invadir la laguna de La Ricarda, en el Delta del Llobregat, un espacio protegido por la red europea Natura 2000.
Fricciones en el Gobierno
La ampliación de El Prat es uno de los últimos temas que ha ocasionado fricciones entre los partidos que integran el Gobierno, ya que Podemos se ha manifestado abiertamente en contra, al igual que los ayuntamientos de Barcelona y de El Prat de Llobregat, en manos de los comunes, que apuestan por una movilidad más sostenible.
La cuestión ha suscitado asimismo protestas de grupos ecologistas, que consideran que la ampliación pondrá en peligro las zonas naturales del delta del Llobregat e incrementará la contaminación.
Oposición de Los Verdes europeos
Los Verdes del Parlamento Europeo han criticado los planes de ampliar el Aeropuerto de Barcelona-El Prat y han pedido a la Comisión Europea que se oponga a ese proyecto.
El acuerdo sobre el aeropuerto "es contrario a los objetivos marcados por la ley climática europea y el Fondo de Recuperación de la UE Next Generation".
Modelo económico obsoleto
El sur de Europa "no puede seguir apostando por un modelo económico obsoleto", indican, y añaden que con un aumento de 20 millones de pasajeros se seguirá impulsando "un modelo basado en el turismo de masas, generando precariedad y desigualdades". También tachan de "inaceptable" que la ampliación propuesta afecte a La Ricarda, un espacio natural protegido.
"Por ello, pedimos a la Comisión Europea que se oponga al proyecto y exigimos que los gobiernos catalán y español tomen las medidas necesarias para promover una mayor protección del delta", añaden. La organización ecologista Greenpeace también ha denunciado la falta de compromiso con el clima y el medioambiente del Gobierno y de la Generalitat tras el acuerdo cerrado.