Estos son los vehículos que no podrán circular dentro de la M-30 sin la etiqueta de la DGT
La normativo se aplicará dentro de la M-30 en 2022 y por toda la ciudad en 2024, afectará a unos 320.000 vehículos
Carretera de la M-30 en Madrid. / Luis Cagiao Photography (Getty Images)
Madrid
La Junta del Gobierno de Madrid ha aprobado la Ordenanza de Movilidad Sostenible (OMS), centrada en reducir los niveles de contaminación en la ciudad provocados por los vehículos. Aunque aún debe llevarse a pleno y ser sometida 30 días a información pública, serán aproximadamente 320.000 vehículos los que se verán afectados por la nueva normativa.
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Se establece que todos aquellos coches y motos que no dispongan de la etiqueta de la DGT no podrán circular por la ciudad. La primera prohibición afecta a las vías urbanas del interior de la M-30 desde enero de 2022 y se irá ampliando en espacio hasta 2025, cuando se aplicará a toda la ciudad.
Los vehículos afectados que deben preocuparse por esta normativa son todos aquellos modelos de gasolina matriculados antes del 2000 y los diésel anteriores a 2006. Estos vehículos no disponen de etiqueta y, por tanto, irán quedando excluidos año a año a una zona restringida que se irá ampliando hasta llegar a imponerse en todo Madrid.
Esto afectará a 315.477 vehículos, según datos del Ayuntamiento que tienen en cuenta los vehículos censados en la ciudad de Madrid en 2017. Según datos de 2019 publicados por la DGT, afectaría a 770.620 turismos y 80.873 motos en toda la Comunidad.
El objetivo es reducir el número de vehículos sin etiqueta en la Comunidad de Madrid, puesto que son mucho más contaminantes que los nuevos modelos. Pueden llegar a emitir 1,6 veces más gases que un vehículo con etiqueta B, 7,2 más que uno de etiqueta C y 47 veces más que uno ECO. Se calcula una reducción de un 92,7% en 2024 y su desaparición en 2025.
Con estas medidas se llegaría a establecer una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en toda la capital e incluso se establecerá una ZBE de Especial Protección en el Centro y plaza Elíptica con medidas adicionales más potentes. En segundo lugar, se pretende incrementar el uso de transporte público frente al privado.
Hay que incluir en la normativa restricciones de aparcamiento para bicicletas, motos, ciclos, VMP o vehículos de dos o tres ruedas, que dispondrán de espacios reservados y señalizados preferiblemente en calzadas.
