Portugal pide a sus ciudadanos que extremen las precauciones tras la final de Champions
Las autoridades sanitarias de Portugal piden "limitar los contactos" a quienes estuvieron junto a multitud de hinchas en la final de la Champions
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Los aficionados del Chelsea en la final de la Champions / Getty Images
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La final de la Champions sigue trayendo cola después de la victoria del Chelsea. Tal es así que las autoridades sanitarias pertenecientes a Oporto, lugar donde se disputó el partido, han pedido este domingo que los ciudadanos extremen precauciones para evitar un posible rebrote en todo el país. Lo adecuado será una reducción de sus contactos a todos aquellos que estuvieron con los hinchas ingleses que fueron el sábado a la final de la Liga de Campeones en dicha ciudad.
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La final, que cambió de sede después de conocer los dos equipos que iban a disputar el partido, va a tener repercusiones por parte de las autoridades sanitarias. Han recomendado a través de un comunicado que, durante los próximos 14 días, todos aquellos que estuvieron en algún local definido para este evento o en algún lugar similar destinado para este fin, presten atención a posibles síntomas de coronavirus.
Varias zonas fueron habilitadas en Oporto para más de un millar de aficionados ingleses que fueron hasta allí. Do Dragao acogió el primer partido con público en la competición de Champions tras ver como el Estadio de Gdansk también recibía a hinchas del Villarreal y del Manchester United en la final de la Europa League. Pese a ello, no todas las imágenes fueron las más adecuadas y es que cientos de personas abarrotaron las terrazas, sin mascarilla ni distancia mínima, y se multiplicaron los incidentes violentos entre los hinchas de ambos equipos.
"Vergüenza" frente a los altercados
Las consecuencias de una noche de celebración fueron un tanto violentas. Se confirmaron las detenciones de dos aficionados británicos, además de un policía herido leve. Las reacciones no tardaron en aparecer y se multiplicaron las críticas contra el Gobierno de António Costa nada más terminar el encuentro de la final de Champions.
El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, pidió coherencia y desde la oposición se habló de "vergüenza" por la falta de control y el doble rasero del Gobierno que veta al público en eventos nacionales y permite cerca de 15.000 personas en un estadio para la final de la Champions.