Nueva Zelanda rechazará la inmigración "poco cualificada"
La socialista de Jacinda Ardern anuncia cambios radicales para abordar lo que denomina "dependencia de la mano de obra migrante temporal", cerrando el grifo a la inmigración no cualificada
Madrid
Nueva Zelanda ha sido un ejemplo para muchos durante los últimos años y, especialmente, durante la pandemia de COVID-19, cuando aplicando medidas restrictivas drásticas —nada más surgir los primeros casos— consiguió contener la expansión del virus. Además se ha convertido también en un lugar atractivo para quienes buscan refugio para su dinero, huyendo de la recesión económica y de una política internacional un tanto ecléctica.
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Ahora, tras la pandemia, el Gobierno anuncia que va a recortar el acceso para migrar y trabajar en Nueva Zelanda a los extranjeros, sobre todo aquellos que definen como trabajadores de "baja cualificación, baja calidad y bajos salarios". En este mismo paquete, anuncia nuevas medidas para atraer a los grandes inversores, las grandes fortunas.
El ministro de turismo de Nueva Zelanda, Stuart Nash, ha asegurado que cuando las fronteras del país se abran completamente de nuevo, no pueden permitirse "abrir el grifo al prototipo de inmigración anterior" por lo que "habrá cambios radicales".
"La COVID-19 ha puesto de manifiesto nuestra dependencia de la mano de obra migrante, especialmente la temporal. La presión que hemos sufrido sobre la vivienda y la infraestructura en los pasados años nos debe enseñar que debemos adelantarnos al crecimiento poblacional", ha añadido.
Los elevados niveles de migración han contribuido a más del 30% del crecimiento de la población global de Nueva Zelanda desde los años 90. La dependencia de los trabajadores temporales, de hecho, es la más alta de la OCDE.
Esto se ha traducido en que las empresas han dependido de mano de obra menos cualificada, suprimiendo salarios en vez de invertir capital en factorías, empresas y maquinaria que mejoren la productividad o, mucho mejor, emplear y capacitar a neozelandeses para que trabajen, según ha dicho el ministro de Turismo.
Así que, en las categorías de trabajadores migrantes temporales, ahora hay que añadir el calificativo de cualificados. Para ello el Gobierno fortalecerá los requisitos mínimos del empleador, como la prueba de acceso al mercado laboral que debe solventarse antes de poder contratar a un trabajador inmigrante.
El Gobierno "alienta a los empresarios y empleadores a contratar, capacitar y mejorar a mas neozelandeses para cubrir la falta de habilidades". El ejecutivo socialista también ha anunciado nuevas estrategias para atraer a inversores y la propia primera ministra ha dicho que su gobierno "buscaba cambiar el equilibrio del trabajo poco cualificado, por migrantes altamente cualificados y abordar así la escasez de habilidades especificas en el país".
Jacinta Ardern ya llevaba en su programa electoral de 2017 la reducción de migración neta en un tercio, recortando de 20.000 a 30.000 migrantes del total de 75.000 que hay que el país.
Victoria García
En la SER, desde hace casi tres décadas, con algunas ausencias. Antes en Antena3 Radio y TV. Trabajé...