El Supremo confirma 14 años de cárcel a un pederasta de Murcia que usó a su hija como un "juguete sexual"
Los jueces confirman la condena que los tribunales murcianos impusieron a este pederasta por abusar de su hija, menor de 10 años
La sentencia destaca la "entereza y claridad" de la víctima a la hora de relatar lo sucedido
Madrid
El Tribunal Supremo ha decidido confirmar una condena de catorce años de prisión a un pederasta que abusó sexualmente durante años de su hija pequeña, a la que según los jueces utilizó como un "juguete sexual" hasta que fue descubierto por la madre. Los jueces avalan la "entereza y claridad" de la niña a la hora de relatar los hechos frente a la versión del acusado, que se limitó a asegurar que todo era una estrategia de la madre por una supuesta venganza contra él de la que no hay pruebas.
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Los abusos, según la sentencia a la que ha tenido acceso la Cadena SER, arrancaron en 2016 en una pedanía de la Región de Murcia. El acusado aprovechaba que su esposa salía a pasear frecuentemente por motivos de salud para quedarse a solas con la niña, que tenía menos de diez años de edad, y abusar sexualmente de ella diciendo después a la víctima "que no contara nada". Los abusos fueron aumentando en intensidad y se produjeron en otros lugares además de la casa.
La madre descubrió lo que estaba pasando cuando un día volvió a casa y encontró a su hija llorando, denunciando entonces los hechos ante la Guardia Civil. Para entonces, según recoge la sentencia, ella misma le había denunciado dos años antes por una agresión pero terminó retirando la denuncia: él reconoció que "empujó a su mujer".
El Tribunal Supremo acaba de confirmar la condena que le impuso en primera instancia la Audiencia de Murcia: catorce años de prisión por un delito continuado de abusos sexuales. El pederasta pierde además la patria potestad de su hija, se le impone una orden de alejamiento, ocho años más de libertad vigilada y debe indemnizar a la víctima con 50.000 euros en total.
Un "juguete sexual"
El Tribunal Supremo, con el magistrado Leopoldo Puente como ponente, ha ratificado la condena que le impuso en primera instancia la Audiencia de Murcia, una sentencia "modélica" según los jueces a la hora de valorar la "entereza y claridad" con la que declaró la niña y relató los hechos ante la Guardia Civil pero también en sede judicial. El acusado, señala la sentencia, usó a su propia hija como un "juguete sexual".
Los jueces recuerdan que, en casos como éste, la declaración de la víctima puede traducirse en una sentencia condenatoria siempre que existan elementos que permitan corroborar su veracidad, como en este caso. "La testifical de la víctima, así pues, puede ser prueba suficiente para condenar. Pero es exigible una motivación fáctica reforzada que muestre la ausencia de fisuras de fuste en la credibilidad del testimonio", dice el Tribunal Supremo. En este caso además del relato de la víctima los jueces han contado con el de su madre, los guardias civiles y las psicólogas que descartaron que la niña estuviese manipulada.