Bootcamps: formación digital para el reciclaje profesional
Con una tasa de empleabilidad de hasta el 80% en los seis meses tras la formación, los bootcamps -programas de formación en materias digitales a los que se aplica la filosofía militar- incrementan su popularidad en España.
Madrid
Según los últimos datos del ministerio de Trabajo, aunque el número de desempleados bajó en marzo de los cuatro millones, aún hay 3.949.640 desempleados registrados. Sin embargo, pese a ello, según un informe publicado hace unas semanas por Adecco - el “Informe de Adecco sobre perfiles deficitarios y Escasez de Talento en España”- un 80% de las empresas en España tienen problemas para encontrar talento, y un 9% de las plazas se quedan sin cubrir. Una idea en la que inciden los informes de diversos organismos internacionales sobre nuestro país: existe una brecha entre la formación que ofrecen las instituciones, públicas o privadas, y la que demanda el mercado laboral. Los perfiles más escasos, según ese mismo informe, además de aquellos vinculados con la logística, o sanitarios, son los relativos a las Tecnologías de la Información.
Cubrir esa demanda es el objetivo principal de los bootcamps, programas de formación digital en los que se aplican metodologías militares. “Un bootcamp es un programa de formación de nuevo formato que nace en este contexto de falta de perfiles tecnológicos, es decir, que forma en tecnología, en capacidades digitales, y es una formación muy orientada a generar empleabilidad, y eso lo consigue teniendo mucha agilidad a la hora de diseñar cursos de formación. Es una formación muy muy intensiva, de hecho, bootcamp, en inglés, quiere decir campamento, traslada el concepto del campamento militar al mundo de la formación, con una alta intensidad y una alta orientación a competencias y demandas del sector tecnológico del mercado” apunta Jordi Arrufí, Director del programa de Talento Digital del Mobile World Capital Barcelona.
Los bootcamps, nacidos en Estados Unidos hace 15 años, llegaron a España hace apenas una década, en 2013, y desde entonces, aunque el número de alumnos que pasan por sus aulas aún es pequeño -6.200 alumnos en 2020-, no ha parado de crecer. De hecho, se ha multiplicado por cuatro desde 2018 y, desde este mismo año, la facturación del sector se ha incrementado un 71%.
Un dato que desde el sector achacan a los buenos resultados en términos de empleabilidad: según el informe “Talento y Bootcamps” de Mobile World Capital Barcelona y el Departamento de Políticas Digitales de la Generalitat de Cataluña en el marco de la alianza Barcelona Digital Talent, casi un 80% de los alumnos consiguen un empleo en el plazo de seis meses tras formarse en estos cursos. “El 55% de las personas que se forman en estos bootcamps encuentra empleo antes de los tres meses, y casi el 80% antes de los seis meses” señala Arrufí, que apunta que “el sector tecnológico dice que faltan más profesionales digitales, de hecho, solo en el campo de la ciberseguridad se calcula que faltan en España alrededor de 30.000 profesionales”.
Es el caso de Jordi Muñoz, que trabajaba en una empresa del mundo de la moda, del sector del calzado, pero no veía claro su futuro laboral. "Me gustaba todo el mundo tecnológico, pero nunca me lo había planteado porque siempre había pensado que se tenía que estudiar una carrera, tipo ingeniería informática" cuenta Muñoz. "Cuando descubrí que existía este ámbito de los bootcamps, empecé a aprender por mi cuenta un poco, los primeros pasos a ver si me gustaba, y si yo valía. Me gustó, me apunté, y ahora estoy trabajando de programador en una consultora, y contentísimo, porque no tiene nada que ver". Aunque siempre le había atraído este campo, señala, la pandemia fue el último empujón para darle un giro a su vida laboral, "decidí hacer el cambio antes de la pandemia, y cuando llegó la pandemia en la oficina me decían 'ahora te quedarás, ¿no? y yo decía, 'no, no, precisamente ahora tengo más necesidad de hacer este cambio'".
Esa es la misma idea que movió a Isabel Gómez a comenzar su actual formación como programadora en un bootcamp. Una formación que, señala, está siendo intensa, y dura, pero también "muy gratificante". "Yo tengo treinta y tres años, entonces no me planteaba estudiar algo durante mucho tiempo, como podría ser una carrera o un ciclo formativo, además, creo que el bootcamp es algo mucho más intenso que, en poco tiempo, te prepara de forma muy específica y a muy alto nivel para hacer algo, en mi caso, programación web" explica Isabel Gómez, que había trabajado en el ámbito financiero y buscaba cambiar de ámbito laboral. "Espero que este año pueda estar ya trabajando como junior como desarrolladora web, de una empresa con mentalidad moderna, y pueda aplicar todos los conocimientos que he aprendido aquí" apunta.