El Gobierno planea un cambio educativo con menos contenidos inspirado en el modelo finlandés
Educación plantea que los nuevos contenidos enseñen a distinguir información falsa y riesgos en internet o teletrabajar.
La propuesta de reforma del currículo de la enseñanza obligatoria propone un aprendizaje por competencias.
Se pretende descargar las materias de exceso de contenido y centrarse en aprendizajes esenciales de "renta cultural mínima".
Madrid
Es uno de los aspectos más ambiciosos de la nueva ley de Educación: la reforma del currículo, en definitiva, qué se estudia y cómo se estudia en colegios e institutos. El Ministerio de Educación ha remitido a las comunidades autónomas una primera propuesta, a la que ha tenido acceso la SER, sobre los nuevos contenidos educativos.
Con este nuevo currículo, explica Educación, se quiere "homologar los contenidos educativos a los estándares europeos" e incorporar los avances de los países más innovadores y con mejores resultados como Finlandia o Portugal.
Ocho competencias
Frente a la tradicional división en asignaturas, la propuesta plantea el aprendizaje en torno a ocho competencias: comunicación lingüística, plurilingüe, matemática, ciencia y tecnología, digital, personal, social y de aprender a aprender, ciudadana, competencia emprendedora y en conciencia y expresiones culturales.
Esta forma de estructurar el aprendizaje es más abierta y da más margen de maniobra a los profesores y a los centros a la hora de abordar las distintas materias ya que no entra el detalle en su contenido, como ocurre ahora con la LOMCE, sino en lo que se quiere aprender y conseguir. También favorece la trasversalidad, abordando un mismo contenido en las distintas asignaturas, y la colaboración entre docentes y alumnos.
Desafíos actuales
En las competencias "se incluyen los desafíos y problemas del mundo actual, por ejemplo, entre los objetivos de la competencia digital al final de la educación obligatoria están trabajar o "compartir contenidos gestionando de forma responsable sus acciones, presencia y visibilidad en internet".
En la competencia lingüística se plantea alcanzar "la capacidad para localizar, seleccionar y contrastar la información evaluando su fiabilidad y evitando los riesgos de manipulación y desinformación", es decir, tener herramientas para poder distinguir los bulos o las noticias falsas.
Figura del alumno
El nuevo currículo se estructura en torno a la figura del alumno y a los que se denomina "perfil de salida del alumnado", esto es, que deben saber los estudiantes cuando acaban la primaria y la ESO. En uno de los documentos del ministerio, aún en fase de borrador, se afirma "no cabe establecer una jerarquía entre las distintas competencias; todas se consideran igualmente importantes. Tampoco hay entre ellas límites diferenciados, sino que se solapan y entrelazan entre sí", dejando claro el espíritu de la propuesta.
El envío de estos documentos a las comunidades autónomas es, por tanto, el primer paso. En los próximos meses Educación tienen previsto trabajar para incorporar los objetivos de las competencias en las distintas materias. Las comunidades, que fijan entre el 50 y el 60% del currículo, tendrán también que hacer sus propuestas. En principio, el nuevo currículo debería empezar a implantarse dentro de dos cursos en el 2022-23 en los primeros cursos de cada etapa (Primaria, Eso y Bachillerato). El ministerio asegura que ya está en contacto con las editoriales para que puedan elaborar los materiales con tiempo suficiente. El Secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana, ha señalado en distintas ocasiones que esperan presentar el proyecto de nuevo currículo este verano.
