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La curiosa razón por la que el equipo de la NASA come cacahuetes durante sus misiones espaciales

Y no, no es una forma de reducir los niveles de estrés y ansiedad

Un tarro de cacahuetes durante la misión final de la sonda Cassini. / NASA

Un tarro de cacahuetes durante la misión final de la sonda Cassini.

Madrid

Hace apenas unas horas, concretamente a las 21:55 del pasado jueves, el rover de la NASA Perseverance llegaba a la superficie de Marte después de más de seis meses de viaje. Tras superar los conocidos como "siete minutos de terror", en los que atravesó la delgada atmósfera del planeta rojo, el rover descendió en la superficie rocosa del cráter Jezero y comenzaba su particular misión para encontrar signos de vida en el planeta rojo.

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Un evento que se pudo seguir en todo momento desde el canal oficial de la NASA, en el que los responsables de la misión explicaban frente a las cámaras de televisión las distintas etapas que iba quemando Perseverance antes de alcanzar la superficie planeta rojo. Todo ello desde la sede principal de la agencia espacial, donde podíamos ver al equipo de la NASA trabajando a destajo para que todo saliera tal y como estaba previsto. Y es que, tal y como explicaban durante la retransmisión, la misión Perseverance es uno de los proyectos más ambiciosos de la historia de la agencia espacial por todo lo que puede ayudarnos a conocer sobre el planeta rojo. 

Una tradición que comenzaba en 1964

Entre los detalles más llamativos de esta retransmisión podemos encontrar los botes de cacahuetes que se asomaban de vez en cuando junto a las mesas de los distintos ingenieros e ingenieras. ¿Por qué siempre comen cacahuetes durante este tipo de eventos? A pesar de que pueda parecer que son para reducir el estrés en los momentos más complicados de la misión, el equipo de la NASA ha confirmado que se trata de una tradición que comenzó en 1964.

En un mundo como el de la ciencia, en el que no hay nada que se confíe a la suerte, los distintos equipos que han pertenecido a la NASA durante estas últimas décadas han sufrido cada una de estas misiones acompañados de un bote de cacahuetes para garantizar que todo va a ir bien. Y es que, cada vez que faltan los cacahuetes, nada sale tal y como estaba planeado. Según recoge la agencia espacial en su página web, la tradición comenzó durante la misión Ranger 7. Después de seis intentos fallidos, el ingeniero Dick Wallace llegó a las oficinas centrales con un cargamento de cacahuetes para aliviar un poco la ansiedad en la sala de operaciones. 

El poder de los cacahuetes de la suerte

Tras el éxito de esta misión, el equipo comenzó a llevar cacahuetes a la sala de operaciones con el objetivo de atraer a la suerte. A partir de entonces, todo parecía funcionar a las mil maravillas. El Ranger 8 y el 9 fueron un auténtico éxito y sirvieron tanto para tomar fotografías clave como para ayudar a elegir los lugares de aterrizaje para el programa lunar Apolo. Sin embargo, han habido varias ocasiones en las que los cacahuetes no han llegado a tiempo para el lanzamiento.

Un contratiempo que ha provocado la pérdida de algunas naves después de su lanzamiento e incluso retrasos de hasta 40 días. Por lo tanto, y en un mundo en el que todo se calcula hasta el más mínimo detalle, el bote de los cacahuetes de la suerte acaba siendo protagonista en los momentos más críticos de cada misión. A pesar de que el ingeniero Dick Wallace asegura que no se trata de una superstición, lo cierto es que no hay misión en la que no falten estos cacahuetes.

David Justo

David Justo

(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología y buscador de historias virales e inverosímiles...

 
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