Países Bajos cierra escuelas y establecimientos no esenciales e insta al confinamiento de su población
Las medidas se extenderán hasta el 19 de enero aunque el primer ministro neerlandés ha pedido evitar viajar al extranjero hasta mediados de marzo
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Cierre de una tienda en el centro de Rotterdam (Países Bajos) antes de que el Gobierno implemente el cierre de los establecimientos no esenciales. / PHIL NIJHUIS (EFE)
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La Haya
El primer ministro neerlandés, Mark Rutte, ha declarado el cierre de guarderías, colegios e institutos, y de toda la actividad no esencial, lo que incluye comercios, gimnasios, prostíbulos y museos, en los Países Bajos hasta el 19 de enero. Se trata del confinamiento más rígido aplicado en el país desde el inicio de la crisis sanitaria ocasionada por el coronavirus en marzo.
En un discurso a la nación, inusual en un jefe de gobierno neerlandés e interrumpido con pitidos y gritos de fondo de una protesta convocada delante de su oficina contra las restricciones -que se pueden escuchar en los primeros minutos de su intervención en el vídeo que ha compartido en Twitter-, Rutte ha informado de que los Países Bajos “estarán confinados” de forma inmediata y durante cinco semanas, tras dispararse los contagios a unos 10.000 casos por día, en una población de unos 17.400.000 habitantes.
Dos meses después de cerrar bares y restaurantes para controlar sin éxito los contagios, Rutte, que ha calificado las medidas de “severas” y “drásticas” pero “vitales”, ha pedido a los ciudadanos reducir sus salidas, confinarse, no viajar al extranjero y limitar el número de invitados a casa a un máximo de dos personas, y a tres en Navidad.
Cambio en la estrategia para luchar contra el coronavirus
Estas medidas suponen un cambio radical en la estrategia de los Países Bajos contra el coronavirus. Las restricciones han pasado de un 'confinamiento inteligente' (que dejaba en manos de la sociedad la decisión de confinarse y no imponía el uso de mascarillas) y un posterior 'confinamiento parcial' (que solo mantenía cerrada la hostelería) a un cierre de prácticamente toda la actividad no esencial en el país.
El miedo a que los alemanes crucen la frontera para hacer sus compras navideñas en los Países Bajos ha supuesto una presión añadida para el Gobierno neerlandés, que ha convocado en los últimos días varias reuniones de urgencia para decidir sobre las medidas. Por ello, se ha adelantado el anuncio de las nuevas restricciones al lunes en un discurso a la nación, que ha sustituido a las habituales ruedas de prensa de los martes.