Reino Unido y la UE interrumpen las negociaciones del brexit ante la falta de avances
El Reino Unido y la Unión Europea (UE) han acordado interrumpir las negociaciones para definir su relación pos-Brexit por la persistencia de 'diferencias significativas' que impiden que 'se den las condiciones para un acuerdo'
La UE convoca a sus representantes permanentes para este domingo
Bruselas
El Reino Unido y la Unión Europea (UE) han acordado interrumpir las negociaciones para definir su relación pos-Brexit por la persistencia de "diferencias significativas" que impiden que "se den las condiciones para un acuerdo".
En un breve comunicado conjunto difundido a través de sus cuentas de Twitter, los negociadores británico, David Frost, y comunitario, Michel Barnier, explicaron que han acordado detener las conversaciones para informar a sus superiores del estado del diálogo.
"La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y el primer ministro británico, Boris Johnson hablarán sobre la situación actual mañana por la tarde", apuntaron en su nota.
Es la peor opción de las que se barajaban, suspender la reunión porque no hay concesiones que poner en la mesa ni por lado británico ni por lado europeo. "Las diferencias substanciales se mantienen", ha anunciado vía Twitter Michel Barnier al salir de la una cita según el mismo "de intensas negociaciones" que han durado una semana.
Barnier también ha dicho que Boris Johnson hablará con Von der Leyen, pero los gobiernos advierten a la Presidenta de la Comisión y al jefe del gobierno británico que aquí deciden ellos.
"Exactamente como en la parte británica, los gobiernos tendrán que decidir y si dicen no, no habrá acuerdo", ha dicho el Presidente del Consejo, Charles Michel, poco después de que Francia, anunciara por boca de su Secretario de Estafo de Asuntos Europeos, estar dispuesta a usar su derecho de veto.
Es la primera vez que la Unión Europea expresa divergencias en esta negociación en la que ha mantenido la unidad hasta hoy. Alemania se esconde detrás de Von der Leyen intentando un acuerdo aunque implique ceder en un tema pequeño para muchos pero muy importante para Macron, la pesca.
Los gobiernos de Francia y Dinamarca avisaron ya esta semana que la oferta británica, reducir al 40% las cuotas actuales cuotas europeas en sus aguas no sería aceptable. Bélgica y Holanda, temen que el acuerdo final permita al Reino Unido una competencia desleal en el tema de impuestos a las grandes empresas y se suman al rechazo francés imponiendo que no habrá pacto si el contenido no es el esperado y de momento el pulso se mantiene.
Los gobiernos se reunirán en Consejo Europeo el jueves día 11 y si para entonces no hay pacto exigirán a la Comisión que active los planes colectivos para cerrar el mercado europeo al Reino Unido.
La Comisión retiene este instrumento de coordinación desde hace varías días para evitar que su difusión haga imposible seguir con las negociaciones. Una tensión que se arrastra desde algunos días y que en la recta final complica el pacto comercial del que depende que el Brexit, a nivel de mercado pase sin a penas notarse o tambalee un poco más la economía. Aunque los partidarios de "mano dura" afirman que económicamente, el impacto está casi ya amortizado.