El 'caso Maddie' da un nuevo giro con el hallazgo de una mazmorra en Hannover
El sospechoso Christian Brückner, obsesionado con un relato sobre una violación, pide su excarcelación
Los padres de Madeleine McCann muestran una foto de la pequeña. / LEON NEAL (Getty Images)
Alemania
La desaparición de la pequeña británica Madeleine McCann en mayo de 2007 en el Algarve portugués se ha convertido en un caso muy mediático y cada vez más complicado. Hace apenas una semana la policía alemana concluía las excavaciones en una parcela de Hannover con el hallazgo de un sótano subterráneo secreto y la Fiscalía apuntaba a Christian Brückner como principal sospechoso de la presunta muerte de la niña.
Las investigaciones de la policía portuguesa y de la Scotland Yard se han sucedido durante los últimos diez años y recientemente se sumaba la intervención de los cuerpos de seguridad alemanes dando un nuevo giro al 'caso Maddie'. Después de encontrar una especie de mazmorra en la vivienda del sospechoso Brückner (derruida) y un USB con pornografía infantil bajo el cadáver de uno de sus perros, llega una nueva historia plagada de misterio.
La primavera que desapareció Madeleine en el sur de Portugal, el pedófilo alemán se encontraba acampado en una autocaravana cerca del alojamiento de la familia McCann en Praia da Luz, un enclave que ha quedado ligado al horrible episodio. Y es ahora cuando la historia da un vuelco, pues Brückner confesó a un amigo que le fascinaba el relato sobre el arquitecto austriaco Josef Fritzl. El protagonista, conocido como el "monstruo de Amstetten", violó sistemáticamente a su hija en una mazmorra donde la tuvo encerrada durante 24 años.
El sospechoso del 'caso Maddie' podría haber recreado el relato de Fritzl construyendo el habitáculo en la parte trasera del inmueble de Seelze, aprovechando el espacio del jardín para hacerlo secreto, como apuntaron las autoridades alemanas. Todas las pesquisas apuntan a que pudo haber utilizado el cobertizo para mantener cautiva a la pequeña.
¿Sigue viva?
Todavía existen teorías que señalan que la niña británica sigue viva. Los agentes de la policía alemana investigan en esta dirección y siguen la línea de búsquedas, que va en sentido contrario a los trabajos de la policía portuguesa e inglesa, que apuntan a que la menor fue probablemente asesinada.
En este sentido, los padres reclaman que se les presenten pruebas concluyentes de que el cuerpo sin vida de su hija está ahí. La pareja McCan confía más en las investigaciones germanas que en las que llegan del Algarve o incluso de los agentes británicos.
La Policía Judicial portuguesa señaló en su día la suposición de que el matrimonio jugaba un papel ambiguo, una hipótesis que llenó las páginas del libro alusivo publicado por el comisario Gonçalo Amaral, quien acabó apartado de la trama para esclarecer el reguero de dudas. Sin embargo, el investigador ha vuelto a pronunciarse para advertir que los policías alemanes no van bien encaminados porque Christian Brückner ya estuvo en el ojo del huracán y no pudo demostrarse nada.
Brückner pide su excarcelación
Envuelto en todo tipo de sospechas y suposiciones, Christian Bruckner, que se encuentra en prisión cumpliendo una condena por tráfico de drogas de 2011, ha pedido su excarcelación al asegurar que ha cumplido dos tercios de la pena.
El sospechoso tiene numerosos antecedentes penales por abusos sexuales, agresiones físicas, robos y delitos menores, algunos de ellos relacionados con su estancia en Portugal entre 1995 y 2007. De hecho tiene pendiente una condena por violación en el país luso de una estadounidense de 72 años, pero el proceso se encuentra en revisión, por lo que la sentencia está en suspenso.
