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Consejo Europeo

Holanda reabre el debate de la condicionalidad de las ayudas y Sanchez intenta abanderar la imagen de diálogo

Mark Rutte no se da por vencido y Sánchez trata de no perder su margen de maniobra

Holanda reabre el debate de la condicionalidad de las ayudas y Sanchez intenta abanderar la imagen de diálogo / FRANCISCO SECO / POOL (EFE)

Bruselas

Mark Rutte no se da por vencido. El jefe del gobierno de Holanda ha llegado a esta nueva sesión de la Cumbre de jefes de gobierno reiterando sus reivindicaciones sobre las Reformas Estructurales que han marcado el discurso de los países más ricos como contrapartida a las ayudas que en España e Italia se necesitan para luchar contra esta crisis.

"Para Holanda es muy importante confirmar que se aplican reformas a cambio de los préstamos y si los préstamos han de ser subvenciones entonces con más razón estas reformas han de ser ejecutivas y quedar vinculadas a un proceso en el que las decisiones se tomen a nivel de Consejo", ha dicho a su llegada a esta nueva sesión negociadora reabriendo un debate que esta madrugada parecía cerrado y que es muy delicado para España.

Condicionar las ayudas directas a Reformas Estructurales graves puede reducir el margen de maniobra a Pedro Sánchez para la aplicación del programa pactado con Podemos, un tema que elude sistemáticamente el Presidente del gobierno que a diferencia de Mark Rutte ha preferido poner todo el acento en la voluntad española de diálogo.

"Una posición de escucha y de diálogo activo y permanente con todos los líderes políticos, con todos los gobiernos" antes y durante la Cumbre, ha dicho añadiendo que "aquí no hay gobiernos más o menos europeístas, todos somos gobiernos europeístas y tenemos nuestra perspectiva de cómo debe ser la respuesta europea".

"Diálogo, escucha y empatía",  son los tres elementos con los que Sánchez aspira a obtener un acuerdo para el que cuenta con apoyo de Macrón y de Merkel.

Sánchez ha pasado toda la madrugada con la canciller en su despacho donde se han dado cita Macron, Costa y también el griego Mitsotakis compartiendo las horas y unas patas fritas mientras Michel cerraba las últimas bases del consenso con los cinco gobiernos más reacios.

La madrugada ha sido un tiempo de animación intensa en los pasillos del edificio del Consejo Europeo tras confirmarse que el riesgo de ruptura quedaba superado tras un enorme susto a las 10 de la noche.

A esa hora, Michel había dirigido su última advertencia a los gobiernos, "me gustaría salir de aquí con pacto", les decía, "pero ustedes deciden y si creen que no pueden ceder en nada más, nos vamos todos a casas".

Dicen quienes han seguido de cerca estas negociaciones que fue el primer ministro sueco, el exsindicalista Stefan Löfven el que pidió en el pleno la palabra para expresar el deseo de seguir con las reuniones bilaterales.

Unas reuniones que poco antes de las 6 de la mañana han permitido a Charles Michel convocar al plenario para anunciar que existía suficiente consenso como para elaborar una nueva propuesta a partir de la cifra de 390.000 millones como ayudas directas en el futuro Plan de Recuperación.

La cantidad supone una rebaja de 110.000 millones respecto a los 500.000 previstos al comenzar la Cumbre aunque fuentes comunitarias afirman en privado que este dinero permitirá inversiones a fondo perdido de hasta el 1% del PIB europeo en los 3 años que durará el Plan de Recuperación cuya vigencia se ha recortado de 4 a 3 para garantizar a los países reacios la temporalidad de este nuevo sistema.

Pero las previsiones de un acuerdo esta noche son aún complicadas. Es difícil porque cada delegación debe estudiar el impacto de las bases del pacto sobre cada capítulo del presupuesto plurianual europeo, explican a la SER fuentes comunitarias, recordando que aunque el plan de Recuperación es por 3 años, los presupuestos tienen una vigencia de 7 años y hay que hacer muchas sumas y restas para estar seguros de que lo que se gana en los primeros no se pierde en los últimos.

Por esto y por evitar abrir una confrontación directa con Mark Rutte, fuentes diplomáticas españolas justifican la prudencia mediática del presidente Sánchez que ha sido en estos días prácticamente el único jefe de gobierno europeo en evitar el contacto directo con la prensa.

Pedro Sánchez no quiere convertir esta negociación en un enfrentamiento entre Holanda y España por que su entorno da por hecho que la actitud de Rutte se justifica por razones de política interna. Su relación personal es correcta y es buena, insisten quienes le han acompañado en los viajes de las negociaciones previas por varias capitales europeas. Rutte tiene elecciones y responder a sus declaraciones no ayudaría a obtener el acuerdo.

Esta es la situación hoy en Bruselas donde los jefes de gobierno parecen decididos a pasar otra noche si fuera necesario para llegar al pacto que ha de garantizar recursos suficientes a la UE para hacer frente al reto de los próximos 7 años.

 
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