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Investigación científica

La importancia de hablar a las personas cuando mueren: el oído es el último sentido que se mantiene despierto

Un estudio demuestra que algunas personas aún pueden escuchar mientras están en un estado inconsciente al final de su vida

Imagen de un hombre sujetando la mano de una mujer ingresada. / Miguel Medina/AFP via Getty

Imagen de un hombre sujetando la mano de una mujer ingresada.

Madrid

Una investigación de la Universidad de Columbia Británica, en Canadá, acaba de demostrar que el oído es el último sentido que se mantiene funcional en el trance de la muerte.

Según publican en la revista 'Scientific Reports', los investigadores de la UBC han hallado evidencia de que algunas personas aún pueden escuchar mientras están en un estado inconsciente al final de su vida. Se trata de la primera vez que se investiga la audición en los humanos cuando están cerca de la muerte.

Falta de respuesta, pero no de escucha

Mediante el uso de electroencefalografía (EEG), que mide la actividad eléctrica en el cerebro, los investigadores analizaron los datos recopilados de los participantes de control sanos, de pacientes con cuidados paliativos cuando estaban conscientes y de los mismos pacientes con cuidados paliativos cuando no respondían. Estas personas se encontraban en unidades de cuidados paliativos en St. John Hospice de Vancouver.

"En las últimas horas antes de una muerte natural esperada, muchas personas entran en un período de falta de respuesta -explica la autora principal del estudio, Elizabeth Blundon, estudiante de doctorado en el departamento de psicología en el momento del estudio-. Nuestros datos muestran que un cerebro moribundo puede responder al sonido, incluso en un estado inconsciente, hasta las últimas horas de vida".

Esta nueva visión de la respuesta del cerebro moribundo al sonido puede ayudar a familiares y amigos a brindar consuelo a una persona en sus momentos finales. Los investigadores presentaron a los participantes del estudio varios patrones de sonidos comunes y raros que cambiaron la frecuencia. Cuando se produjo el patrón de tono raro, ambos grupos respondieron dando una señal preestablecida.

El equipo controló también la respuesta del cerebro a esos tonos usando EEG y descubrieron que algunos pacientes respondían de manera similar a los controles jóvenes y saludables, incluso cuando estaban a horas de la muerte.

Primer estudio de la audición en estado final

"Pudimos identificar procesos cognitivos específicos de los participantes neurotípicos, así como de los pacientes de hospicio -asegura Lawrence Ward, profesor del departamento de Psicología de la UBC-. Tuvimos que mirar con mucho cuidado los datos de los participantes de control individual, para ver si cada uno de ellos mostraba un tipo particular de respuesta cerebral antes de sentirnos seguros de que el cerebro de un paciente que no respondía reaccionaba de manera similar".

Este estudio fue adaptado de un estudio europeo que exploró las respuestas cerebrales al sonido en participantes sanos individuales y en pacientes con lesiones cerebrales mínimamente conscientes e insensibles. Los investigadores de UBC aplicaron un paradigma similar a los pacientes moribundos que no responden activamente.

Blundon y Ward colaboraron con la doctora Romayne Gallagher, una médica de cuidados paliativos en St. John Hospice. En los 30 años de Gallagher en el tratamiento de pacientes moribundos, ha sido testigo de reacciones positivas en las personas cuando sus seres queridos les hablaron en sus momentos finales.

Por ello, Gallagher y sus compañeros se preguntaban a menudo si escuchar era el último sentido activo. Así fue como contactó a Ward para ver si esta teoría podría ser probada, lo que puso en marcha el estudio.

La importancia de hablar con quienes mueren

"Esta investigación da crédito al hecho de que las enfermeras y los médicos de hospicio ya habían notado que los sonidos de los seres queridos ayudaban a consolar a las personas cuando morían -destaca Gallagher-. Y para mí, agrega un significado muy significativo a los últimos días y horas de vida y muestra que estar presente, en persona o por teléfono, es significativo. Es un consuelo poder decir adiós y expresar amor".

Blundon, por su parte, señala que si bien la evidencia de actividad cerebral respalda la idea de que una persona moribunda podría estar escuchando, aún no pueden confirmar si las personas están conscientes de lo que están escuchando.

"Sus cerebros respondieron a los estímulos auditivos, pero no podemos saber si están recordando, identificando voces o entendiendo el lenguaje -precisa Blundon-. Hay todas estas otras preguntas que aún no se han respondido. Este primer vistazo respalda la idea de que tenemos que seguir hablando con las personas cuando mueren porque algo está sucediendo en su cerebro".

 
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