Científicos de EEUU relacionan los trombos provocados por el COVID-19 con cambios genéticos en las plaquetas
El estudio, publicado por la revista 'Blood', vincula la infección por coronavirus con la "hiperreactividad plaquetaria"
Madrid
Más allá de las afectaciones respiratorias, la práctica clínica con pacientes diagnosticados de COVID-19 ha demostrado que a menudo presentan complicaciones relacionadas con la coagulación de la sangre: trombos, ictus...
Pues bien, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Utah (EEUU) y publicado por la revista científica Blood (dependiente de la Asociación Americana de Hematología) describe la expresión genética del virus SARS-CoV-2 y los cambios funcionales que este ocasiona en las plaquetas o trombocitos.
"Los pacientes con COVID-19 severo presentan anomalías hemostáticas que imitan la coagulopatía intravascular diseminada asociada con sepsis, siendo la principal diferencia el mayor riesgo de trombosis en lugar de hemorragia", detallan los investigadores en el resumen de su estudio.
El equipo de la Universidad de Utah, liderado por el biotecnólogo Bhanu Kanth Manne, reconoce que aún no se sabe si el coronavirus "altera la función plaquetaria para contribuir a la fisiopatología de COVID-19", pero añaden que su estudio sí refleja que "la secuenciación de ARN demostró cambios distintos en el perfil de expresión génica de las plaquetas circulantes de pacientes con COVID-19".
Los investigadores también han detectado que "los agregados circulantes de plaquetas, neutrófilos, monocitos y células T, fueron significativamente elevados en pacientes con COVID-19 en comparación con donantes sanos".
Además, según figura en el estudio, "las plaquetas de pacientes con COVID-19 se agregaron más rápido y mostraron una mayor propagación tanto en fibrinógeno como en colágeno". Hallazgos que demuestran que la infección por SARS-CoV-2 está asociada con la hiperreactividad plaquetaria, lo cual puede explicar parte de los síntomas que presentan los pacientes con coronavirus.
El estudio se ha llevado a cabo con una muestra de 41 pacientes ingresados por COVID-19 en un hospital de Salt Lake City entre marzo y junio de 2020.