Fiestas y vuelta al trabajo: las causas de los rebrotes del coronavirus que preocupan en Sanidad
Ceuta cierra sus playas por el pico causado por un joven que se saltó el confinamiento para irse de fiesta y Extremadura amaga con no pedir el cambio de fase por otro rebrote surgido en una celebración
Cuenca y Totana pusieron en alerta a las autoridades por contagios en actividades laborales
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Unas jóvenes pasean por Lleida, ciudad en la que se controla el último rebrote de coronavirus / Ramon Gabriel (EFE)
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Madrid
El 70% de la población estará el lunes en fase 2 de la desescalada con la posibilidad de acudir a cines, teatros, salas de conciertos, locales o centros comerciales. Además de la desaparición de las franjas horarias, salvo las reservadas para los mayores de 65 años. Aunque el proceso de desescalada se está realizando de forma responsable en la práctica totalidad del territorio se han producido rebrotes controlados en distintos puntos de España que preocupan a las autoridades sanitarias que ya han puesto la lupa sobre Ceuta, Lleida, Totana, Cuenca y Extremadura.
El caso que más preocupa es el de Ceuta. Un joven confinado en su domicilio por haber dado positivo por coronavirus se saltó la cuarentena para acudir a una fiesta. Allí contagió a dos personas y las autoridades sanitarias mantienen aisladas a 80 que estuvieron en contacto con ellos. Una fiesta de cumpleaños en esta ciudad autónoma se saldó con otro puñado de positivos que están también en el radar de Sanidad.
Otro cumpleaños en la provincia de Badajoz que contó con más asistentes de los permitidos por el estado de alarma ha dejado un contagiado y a los otros 18 invitados en seguimiento. En la provincia de Cáceres dos positivos con una vida social "muy activa", según las autoridades, han mandado a casa en cuarentena a 15 personas que tuvieron contacto con ellos. La Junta ha anunciado por boca del consejero del ramo la posibilidad de no pedir el cambio a la fase tres si siguen estos comportamientos.
A caballo entre la fiesta y el trabajo está el repunte de Lleida. El origen se reparte, según Salut, entre una celebración a la que asistieron veinte personas y la vuelta al trabajo en empresas agroalimentarias. Esta vuelta al trabajo en el campo está también detrás del rebrote en Totana, Murcia. Por último, en Cuenca, la vuelta a la actividad en otra empresa que por suerte no trabajaba de cara al público es la causa del rebrote en esta ciudad.
No bajar la guardia
Sanidad no ha apretado el botón de la marcha atrás en la desescalada en ningún territorio porque en todos los casos los picos de contagios se han detectado precozmente. Solo Ceuta, que es donde más preocupa el rebrote, ha decidido tomar medidas y este fin de semana cerrará todas sus playas.
Desde el departamento que dirige Salvador Illa insisten en las tres reglas básicas de la desescalada: higiene, mantener la distancia social y el uso de mascarillas. El profesor de la Escuela Andaluza de Salud José Martínez Olmos señala que este tipo de brotes son inquietantes porque demuestran que el virus sigue circulando y que hay personas que no cumplen las recomendaciones, pero considera que están localizados y que por lo tanto hay posibilidad de detectarlos, aislarlos y dar una respuesta epidemiológica adecuada y concreta.
Es fundamental, dice este experto, que los servicios de salud estén dotados de mecanismos para la detección precoz, el aislamiento de las personas contagiadas y para la labor de rastreo y seguimiento de los contactos y su confinamiento domiciliario. De esa manera "se impide que un pequeño brote se extienda al ámbito comunitario". Hay casos que son para el también ex secretario general del ministerio de Sanidad una llamada de atención a los ayuntamientos. "La policía local puede hacer su labor de prevención o incluso denunciar estas situaciones que tienen su castigo. Los incumplimientos de las normas incumben a las autoridades locales porque perjudica al conjunto de la sociedad, al municipio, a la provincia si al final hay que dar pasos atrás y retroceder en la desescalada".