El último baile de Kiev: dos años de uno de los días más agridulces para el madridismo

"En los próximos días daré una respuesta a los aficionados, que siempre están de mi lado. Fue muy bonito estar en el Madrid". Así soltaba la bomba Cristiano Ronaldo hace justo dos años, minutos después de que el Real Madrid ganara su decimotercera Champions League y tan solo días antes de dejar oficialmente huérfano al equipo en el que había ganado cuatro Champions, dos ligas o dos Copas del Rey, entre otros títulos, y marcado 450 goles en 438 partidos.

El 26 de mayo de 2018 el Real Madrid ponía fin a una etapa histórica tras completar una hazaña que nadie había conseguido, la de ganar tres Champions consecutivas y cuatro en cinco años. Aquella noche en Kiev era mágica, pero a su vez el adiós de unos años inigualables.

Se fue Cristiano Ronaldo, el mejor jugador blanco durante los nueve años que estuvo en la capital española, pero también Zinedine Zidane. Al igual que hizo como futbolista, el francés lo dejó en todo lo alto, dejando también, eso sí, a la afición madridista muda. De diferente manera se marchó Keylor Navas, el portero de las tres Champions consecutivas en el Real Madrid, un dato mucho más poderoso que las opiniones de unos o de otros.

El que también hizo amago de marcharse fue Gareth Bale, que sobre el verde de Kiev sobre el que había reinado con una espectacular chilena, dijo: "Necesito jugar todas las semanas y eso, por una razón u otra, no ha sucedido (...) Este verano tengo que sentarme con mi agente y ver qué hago". Finalmente se quedó y en estos dos años ha marcado 17 goles y jugado 42 partidos de blanco.

Unos meses después volvió Zidane, atendiendo a la petición de rescate de Florentino Pérez y de un Real Madrid que ya no era el equipo de Kiev.

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Sí se mantuvo el grueso de aquella gran defensa madridista con Varane, Ramos, Carvajal y Marcelo. También lse fichó a Mendy para hacer competencia e incluso pelear por un puesto con el lateral brasileño.

Otro de los pilares del éxito, el medio del campo también sigue vistiendo de blanco, con Modric y Kroos llegando a los últimos años de su plenitud física y el guardián Casemiro todavía en una larga plenitud. Isco, que fue titular aquella noche, también se mantiene, aunque quizá sin el brillo que le llevó a jugar en Cardiff y Kiev.

En la delantera ha llegado Eden Hazard, una gran estrella que por su físico primero y por una tortuosa lesión después aún no ha podido demostrar el brillo que irradia. Acompañará los próximos años a Benzema, el '9' de aquellas Champions que sin su mejor escudero no bajó el rendimiento e incluso aumentó sus cifras goleadoras.

Aquel Real Madrid de Kiev de hace justo dos años fue el último gran Real Madrid que vimos, pero la suma del enorme talento de Hazard, la emersión del desequilibrio de Vinicius o la fortaleza de Valverde y sobre todo la vuelta de Zidane trajeron de vuelta las esperanzas a un equipo que este año peleará por LaLiga y la Champions.

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