"Me siento más protegido que nunca": el gran detalle de la Policía con el pequeño Sergio

Madrid

El pasado 14 de marzo, Pedro Sánchez decretaba el estado de alarma en nuestro país. Un escenario que suponía, entre otras cosas, la limitación de la libertad de circulación de las personas. Desde entonces, tan solo pueden salir de sus casas aquellas personas que necesiten hacerlo para ir al trabajo, para ir al supermercado, para realizar diferentes gestiones en el banco o para sacar a su perro para que pueda hacer sus necesidades, entre otras cosas.

También las personas con discapacidad, quienes pueden salir de su domicilio siempre y cuando aporten un certificado o justificante médico. Uno de ellos es el pequeño Sergio que, desde que comenzara el periodo de confinamiento, sale a calle junto a su familia. Y es que, tal y como recuerda su padre, el ingeniero Julián Isla, salir a la calle "es como una medicina" para él.

"En estos días tan grises estos dos policías han conseguido que me sintiese más protegido que nunca"

Después de explicar que su hijo tiene una discapacidad del 86% como consecuencia de un síndrome conocido como Dravet, el ingeniero ha compartido con sus seguidores y seguidoras de Twitter su último encuentro con la policía. Todo ello a través de un hilo en el que no solo ha aprovechado para contar la anécdota, sino en el que ha querido agradecer a las fuerzas de seguridad el trabajo que hacen cada día: "En estos días tan grises estos dos policías han conseguido que me sintiese más protegido que nunca".

En primer lugar, Isla ha explicado que un coche de policía se paró a su altura . Sin embargo, y lejos de pedirle el informe médico que justificase su salida, uno de los agentes les preguntó si todo iba bien: "Nos preguntó si podían hacer algo por nosotros, ya que había casos de padres que no podían sacar a sus hijos sin que les increpasen".

"Me he puesto a llorar como un tonto"

Por esa misma razón, y aprovechando la charla que estaban manteniendo, los policías le recordaron que se pusiera en contacto con las autoridades en caso de que tuviera algún problema con cualquier vecino o vecina para poder atajar el problema cuanto antes. Después de ofrecerle ayuda una vez más para cualquier cosa, los policías le pusieron las luces del coche para animar a Sergio antes de volver a la carretera.

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Tras el suceso, el padre de Sergio reconoce que se echó a llorar. Todo ello con los aplausos de las 20.00 de fondo, hora a la que se produjeron los hechos. Por lo tanto, y mientras el resto de vecinos y vecinas de su comunidad salían a las ventanas y balcones para agradecer la labor de quienes trabajan para hacer frente al coronavirus, Isla hacía lo propio con los agentes de seguridad.